Lunes 16 de Septiembre de 2013
Al cierre de esta edición, el actual gobernador conseguía la reelección. Se imponía por unos siete puntos. Pero se esperaban votos de la capital de la provincia, donde "Camau" es más fuerte.
El gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi, se imponía esta madrugada, al cierre de esta edición, sobre el kirchnerista Carlos "Camau" Espínola en las elecciones desarrolladas en esa provincia, al alcanzar alrededor del 52 por ciento de los votos, en el marco de un lento escrutinio que informaba a cuentagotas el recuento de sufragios de la capital correntina, el distrito más numeroso y en que se esperaba una diferencia a favor del aspirante de la Casa Rosada.
Con sólo 799 mesas escrutadas de un total de 2.203 (el 36 por ciento), el radical Colombi de Encuentro por Corrientes (ECO) cosechaba el 51,8 por ciento, seguido por
Espínola del Frente para la Victoria (FPV) que alcanzaba el 45,3. Muy lejos quedaba Eugenio "Nito" Artaza, con el 2,5 por ciento de los sufragios. Sin embargo, los datos de la capital, gobernada por Espínola, eran suministrados muy lentamente, y justamente aquí reside la esperanza del kirchnerista. Al cierre de esta edición, habían contabilizado el 27 por ciento de los votos, y el máximo medallista olímpico argentino se imponía por sólo un punto.
En caso de que se confirmen los resultados y Colombi resulte reelecto, la provincia evitará el ballotage, que la Constitución local contempla para el caso de que el ganador no alcance el 45 por ciento de los sufragios o, si supera el 40 por ciento, la diferencia respecto del segundo sea inferior al 10 por ciento. De ratificarse esta tendencia, Colombi, que gobernó la provincia entre 2001 y 2005 aliado al kirchnerismo y regresó en 2009 luego del interregno de su primo Arturo para terminar rompiendo con los K, sería reelegido por cuatro años más.
Varias horas luego del cierre de las mesas, ninguno de los dos principales candidatos salió a hablar en conferencia de prensa, y si bien en sus bunkers había hermetismo, se notaba mayor confianza entre el oficialismo. Sólo Colombi, ya entrada la madrugada, se mostró vencedor y dijo que esperaba tener una nueva relación con el Gobierno nacional. No obstante, Espínola no reconocía una victoria de su contrincante.
Boca de urna
Un total de 741.977 correntinos estuvieron habilitados para sufragar en las mesas dispuestas en 252 escuelas distribuidas en 71 municipios para elegir gobernador y vice, legisladores provinciales, intendentes, concejales y convencionales estatuyentes. Según las estimaciones al cierre del sufragio, alrededor del 75 por ciento concurrió a votar.
Minutos después de cerrada la votación, las principales fuerzas, ECO y FPV, se atribuyeron el triunfo al difundir sus propias boca de urna. Una le daba al oficialismo cinco puntos de diferencia mientras que la otra al kirchnerismo algo más de dos puntos.
Las elecciones de gobernador y vice de Corrientes se llevaron a cabo en un clima algo enrarecido a causa de la ausencia de boletas e incluso la presencia de papeletas apócrifas en muchos cuartos oscuros, además de cuestionamientos hacia el accionar de la policía provincial. Dos veces intervenida y sin victorias peronistas desde el retorno de la democracia, la atomización política correntina es total. El ECO de Colombi llevó una veintena de colectoras donde se integraron la UCR, el peronismo no kirchnerista, PRO, parte del socialismo, Acción por la República y el Partido Nuevo del ex gobernador condenado por corrupción "Tato" Romero Feris. Detrás de
Espínola se aglutinaron desde el PC a la UCeDe y fragmentos de los partidos Autonomista y Liberal que se distribuyeron el poder durante décadas.
En tanto, el senador radical Nito Artaza, enemistado con Colombi, aparecía como el tercero en discordia. Votó por la mañana en el Colegio Nacional y denunció la sustracción de sus boletas de los cuartos oscuros en varias localidades, por lo cual sus apoderados realizaron una presentación ante la Junta Electoral. Sin embargo, ya entrada la noche fue el primero en reconocer el duro revés y que su fuerza estaba lejos de la lucha.