Sábado 31 de Agosto de 2013
Juan Carlos Cardozo recibió la máxima pena por matar a la hija, la hermana y la abuela de su exmujer. En el juicio había dicho que estaba "poseído".
Un hombre fue condenado ayer a reclusión perpetua más la accesoria por tiempo indeterminado por haber asesinado a la hija, la hermana y la abuela de su exmujer el año pasado en la localidad bonaerense de Benavídez.
La sentencia la dictó el Tribunal Oral en lo Criminal 7 de San Isidro, que de forma unánime halló a Juan Carlos Cardozo (25) autor de "homicidio agravado por alevosía (dos hechos) y homicidio agravado criminis causa".
Además, los jueces ordenaron que se extraigan copias para que se investigue si la por entonces expareja de Cardozo, Romina Martínez (27), quien antes del juicio dijo que lo había perdonado y está otra vez embarazada de él, sea investigada como sospechosa de ser instigadora, encubridora y/o partícipe de los hechos.
"Voces"
Al leer los fundamentos del fallo, el camarista Eduardo Lavenia, junto a sus colegas Victoria Díaz García Maañón y María Coelho, descartó el argumento de Cardozo acerca de que estaba "poseído" y escuchaba "voces" cuando cometió los crímenes.
"Fue una absurda excusa para lograr finalmente su impunidad", se afirmó en la resolución, leída sin la presencia de Cardozo ni de Romina y ante los familiares de las víctimas, que aplaudieron a los jueces al escuchar el veredicto.
El hecho ocurrió el 27 de agosto de 2012 por la mañana en la casa de Uruguay 633, en Benavídez, partido de Tigre, detrás de la vivienda de los padres de Romina, donde por entonces ella vivía con su hija y su abuela.
El propio imputado reconoció que cuando la abuela de su expareja, Nilda Ludovica Ham (76), le abrió la puerta, él la mató con un cuchillo y luego asesinó a Marisol (6), que estaba durmiendo y fue ahorcada con un cable.
Luego llevó los dos cuerpos al baño y en ese momento entró a la casa la hermana de Romina, María Florencia Martínez (15), quien fue a suministrarle remedios a su abuela y al ver lo sucedido enfrentó a Cardozo, pero también fue asesinada a puñaladas.
Los jueces consideraron que el imputado actuó con alevosía porque, al atacarla, la abuela esta desvalida físicamente y a la nena la mató mientras dormía: "Obró a traición, sobre seguro, suprimió toda posibilidad de defensa", se remarcó.
También dieron por válido lo dicho por el fiscal Ricardo Juan en sus alegatos, acerca de que Cardozo mató a la hermana de su expareja para ocultar los anteriores delitos.
Al referirse a Cardozo, mencionaron su "grado de salvajismo" y "nivel de peligrosidad irrecuperable" y concluyeron que la pena de reclusión perpetua pedida por el fiscal no era desproporcionada, como sostuvo la defensa.
"Era lo que pedíamos"
"Se hizo justicia. Es lo que pedíamos y ahora espero que las autoridades le den la condena que le corresponda (a Romina) porque ella también sabía las cosas que había hecho el marido", dijo Angélica Núñez, madre, abuela e hija de las tres víctimas.
"Nadie me va a aliviar el dolor, pero por lo menos que (Cardozo) pague por lo que hizo", explicó la mujer al salir de la sala de audiencias del tribunal, minutos después de escuchar la sentencia.