Martes 3 de Septiembre de 2013
Ramón Díaz criticó a los árbitros, un día después de que su equipo se sintiese perjudicado por fallos del juez principal y un asistente. "Es grave que se le falte el respeto a River", dijo.
Ramón Díaz brindó una conferencia de prensa tras retirarse en silencio de la cancha de San Lorenzo, el domingo a la noche.
Ramón Díaz aseguró ayer que los arbitrajes del fútbol argentino "le faltan el respeto a River", algo que consideró "muy grave", en sus primeras palabras luego de la derrota con San Lorenzo por un polémico penal sancionado por Darío Herrera y repetido a instancias del asistente Julio Fernández.
El riojano advirtió que la supuesta falta de Leonel Vangioni a Gonzalo Verón "no fue penal" y que el arquero Marcelo Barovero "no se adelantó" cuando atajó el primer disparo de Julio Buffarini.
"Es grave que se le falte el respeto al Club Atlético River Plate.
No es a mí ni a los jugadores, es al club y me preocupa", admitió durante una conferencia de prensa que brindó en El Monumental.
El ex goleador de River e Inter hizo referencia a las decisiones de los árbitros que a su criterio perjudicaron al club en diferentes jornadas del Torneo Inicial.
En la primera fecha, en la derrota 1-0 como visitante ante Gimnasia, River sufrió un penal en contra, por infracción del defensor Jonathan Maidana, que cobró Diego Ceballos y motivó la siguiente frase de Díaz: "Ceballos me tiene de hijo".
En la cuarta fecha reclamó la mano en el área del defensor de Colón Oscar Carniello, en el último minuto de juego, con Fernando Rapallini como juez.
Díaz opinó que en la derrota con San Lorenzo, por la quinta fecha, "hubo fallas muy graves" del árbitro pero también asumió "toda la responsabilidad" por el pobre rendimiento del equipo. "Tuvimos un mal arranque y desde el inicio se vio que el equipo no funcionaba. Fuimos superados por San Lorenzo en el primer tiempo", reconoció.
De todas maneras, remarcó que los objetivos de sus dirigidos (ganar el Torneo Inicial y la Copa Sudamericana) "siguen siendo los mismos" a pesar de los resultados adversos en las primeras fechas del campeonato.