Lunes 26 de Agosto de 2013
El equipo de la Ribera perdió 2-0 en su visita a Estudiantes. Guido Carrillo marcó dos goles en el complemento, el segundo de penal. Riquelme pidió ser reemplazado poco antes del final, cuando estaban 0-1.
Boca recibirá a Vélez después de dos triunfos y dos derrotas.
Estudiantes jugó anoche con mayor determinación, concentración y compromiso que Boca y alcanzó como local un indiscutible triunfo por 2-0. Guido Carrillo fue autor de los dos goles en la etapa decisiva, el segundo de penal, y marcó la diferencia en favor de un equipo que tuvo a Jorge Luna como su atinado conductor ofensivo, que se apoyó en la seguridad que le dio el veterano Leandro Desábato en el fondo y contó con el esfuerzo inclaudicable de todos para imponer condiciones durante la mayor parte del juego.
Boca solo en el final del primer período pareció tener el control del juego, pero se vio desbordado durante gran parte de la etapa inicial, no tuvo respuestas cuando quedó en desventaja a poco de comenzado el complemento, demoró de manera incomprensible los cambios que hubieran podido darle un cambio al desarrollo y terminó derrotado sin ningún atenuante. Estudiantes dispuso una presión muy intensa en la primera media hora que le permitió ganar la posesión de la pelota y sostener la iniciativa, pero su propia aceleración lo privó de ser más claro en las llegadas.
Ya en el segundo capítulo el juego comenzó confuso, enredado, con los dos prestándose la pelota, pero sobre los 9' Luna ejecutó un tiro libre hacia el área, Leandro Marín rechazó de cabeza corto y Carrillo, sin demoras, conectó un impecable derechazo bajo al palo izquierdo que puso a Estudiantes en ventaja. Desde entonces y hasta el final Boca nunca encontró el camino hacia la valla del rival y contó con una sola llegada profunda, en el minuto 20. Hubo una corrida de Emanuel Insúa con centro bajo que Nicolás Blandi conectó, pero tapó Rulli y la pelota le quedó a Martínez frente al arco, aunque su zurdazo cruzado e imperfecto se fue muy desviado.
Ya había pasado la media hora cuando Carlos Bianchi decidió los ingresos de Franco Cángele y Emmanuel Gigliotti, el último en reemplazo de un Riquelme que no tuvo peso en el partido y pidió salir, pero ya era muy tarde para que aparecieran las soluciones. A los 43' el árbitro Diego Ceballos sancionó un inexistente penal de Daniel Díaz a Israel Damonte, Carrillo colocó el 2-0 y el colmo de los males para Boca se consumó en el tiempo agregado con la expulsión de Guillermo Burdisso.