Domingo 28 de Abril de 2013
Independiente le ganó 3-1 a Argentinos Juniors y consiguió una victoria que le permite sumar para engrosar su promedio y recuperar un poco la confianza perdida. Su derrotado es rival directo en la lucha por la permanencia.
Montenegro esta vez no falló y convirtió de penal para el 2-1 parcial.
Independiente soportó la hiriente reprobación de su público tras un abúlico primer tiempo para luego desahogarse con una victoria 3-1 sobre Argentinos Juniors en Avellaneda que le mantiene viva la ilusión de permanecer en Primera. Leonel Galeano, Daniel Montenegro, de penal, y el paraguayo Adrián Fernández enhebraron en goles la victoria para el "Rojo", que logró quebrar una racha de siete partidos sin éxitos (el último había sido el clásico ante Racing, por la tercera fecha).
El ingreso del colombiano Juan Caicedo en el segundo tiempo le dio una inyección de velocidad y apertura de juego importante que fue caldo de cultivo para llegar al triunfo. Este resultado lo mantiene a Independiente en zona de descenso, aunque achicó diferencias con otros equipos, entre ellos Argentinos, que ahora está a diez.
La visita fue a especular y solo le puso dramatismo cuando el debutante colombiano Reinaldo Lenis marcó el empate con un golazo al ángulo. La pasó mal Independiente en el primer tiempo, no porque Argentinos lo hirió, sino que el equipo de Miguel Brindisi no encontró la forma de llevar peligro al arco rival. No se contabilizó una sola chance de gol. Los creadores no hilvanaron juego y Ernesto Farías, resistido por el público, estuvo desconectado y quedó varias veces fuera de juego. No extrañó que fuera reemplazado por Caicedo para el segundo período.
Pero el local entró con otra actitud en el segundo tiempo y sobre todo Caicedo fue más participativo que Farías en el ataque. Así a los 7' Independiente se puso en ventaja cuando Tula bajó una pelota dentro del área y Galeano cabeceó a un ángulo. Volvía Independiente a la victoria pero solo diez minutos de alegría le permitió el rival, porque el debutante Lenis metió un derechazo que se incrustó en el ángulo superior derecho del arco. Otra vez el silencio sepulcral.
Cuando la incertidumbre dominaba, el ingresado Hernán Fredes se mandó una guapeada, con una, dos fintas, y Diego Placente, que echando toda su experiencia por la borda, cometió un penal infantil. Daniel Montenegro dejó la vida y metió el primer gol desde que volvió a Independiente. Iban 32 minutos y menos de dos después fue el paraguayo Fernández quien puso el tercero para cerrar una jugada de Caicedo.
Festejada victoria de Independiente para volver a creer en la salvación y para que vuelva a creer su gente en el equipo que cambió los insultos y abucheos de la primera etapa por el "sí, se puede!" del final.