Viernes 7 de Febrero de 2014
Cerca de dos mil personas volvieron a salir ayer a las calles de Río de Janeiro para protestar por el aumento del precio de los boletos de transporte, en una concentración que generó enfrentamientos entre la policía militarizada y grupos de manifestantes.
Al menos 18 personas fueron detenidas por los agentes policiales en las inmediaciones de la Estación Central de Brasil, donde ocurrieron los enfrentamientos, mientras centenas de personas buscaban transporte luego de finalizada su jornada de trabajo.
La empresa que administra esa estación carioca ordenó liberar los molinetes para que los pasajeros ingresaran, mientras en los alrededores continuaba la violencia, se veían fogatas en algunas esquinas y varias cuadras de autos circulando a baja velocidad, consignaron las agencias ANSA y EFE.
La protesta se inició ayer en horas de la tarde y fue convocada en repudio del aumento del pasaje de bus de 2,75 reales (1,10 dólares) a 3 reales (1,23 dólares) anunciada por el alcalde carioca, Eduardo Paes.
Bajo las consignas "FIFA pagá mi billete", "El Mundial no se va a hacer" y "Cuánto cuesta mi derecho de ir y venir", algunos de los manifestantes arrancaron varios molinetes de control de la estación y promovieron que el público pasara los controles sin pagar.
A pesar de que el tema central de las protestas era el incremento de los pasajes, algunos de los manifestantes se movilizaron en contra de la organización del Mundial de Fútbol Brasil 2014.
Fuera de la estación se produjeron enfrentamientos entre las autoridades y algunos grupos de manifestantes y, según medios locales, resultó herido un periodista que realizaba la cobertura de la protesta.
Los incidentes ocurrieron un mes después de una manifestación contra la organización de la Copa del Mundo realizada en San Pablo, en la que hubo enfrentamientos con la policía y destrucción de vidrieras de bancos y concesionarias de vehículos de lujo.
En ese momento, aunque el aumento del billete fue el detonante, miles de personas en todo Brasil salieron a las calles para pedir mejores servicios públicos como educación y sanidad, y criticar el gasto en infraestructura para eventos futbolísticos.
Organizaciones sociales, estudiantes anarquistas, grupos de acción directa como los `Black Blocs` y otros grupos prometen realizar actos de repudio durante el año y concentrar sus fuerzas durante la Copa del Mundo, que dará inicio el 12 de junio en San Pablo y finalizará el 13 de julio en Río de Janeiro.