Miércoles 25 de Septiembre de 2013
"Brasil fue blanco de intrusión y espionaje", dijo la mandataria. "Sin respeto a la soberanía no puede haber relaciones adecuadas", alertó a Washington.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, condenó ayer en su intervención ante la Asamblea General de la ONU la existencia de una red mundial de espionaje electrónico y manifestó su enojo y repudio a dichas actividades. "Brasil fue blanco de intrusión y espionaje, y se interceptaron indiscriminadamente datos personales de ciudadanos, empresas e instituciones de alto valor económico y estratégico. Semejante injerencia en los asuntos de otros países es una afrenta a las relaciones internacionales, sobre todo si son países amigos", afirmó.
Rousseff comenzó su discurso, que fue además el inaugural en la 68ª Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, con una firme queja ante esta institución por las denuncias de espionaje estadounidense, basadas en documentos secretos filtrados por el ex agente de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden. "La excusa de la lucha contra el terrorismo por parte de aquellos que han llevado a cabo las actividades de espionaje es insostenible. Brasil sabe cómo defenderse y protegerse, cómo luchar contra el terrorismo internacional. Somos un país democrático rodeado de países democráticos", resaltó.
En clara referencia a las actividades llevadas a cabo por Estados Unidos, Rousseff recalcó que "sin respeto a la soberanía no puede haber relaciones adecuadas entre los países". Según la presidenta, el incidente supone un grave caso de violación de los derechos humanos, las libertades civiles y una falta de respeto por la soberanía de Brasil y el resto de los países espiados.
Rousseff afirmó que ha hecho saber al gobierno de Estados Unidos su protesta y exigió garantías de que actividades similares no van a repetirse, ya que la reiteración de las mismas supondría un riesgo para la alianza estratégica entre ambos países. Además, la mandataria exigió una respuesta inmediata de la comunidad internacional para que las tecnologías de la información no se conviertan en un nuevo campo de batalla entre Estados y exhortó a la ONU a que lidera la lucha contra el ciberespionaje.
"Presentaremos propuestas para establecer un marco civil multilateral para la gobernanza en Internet y garantizar la protección de los datos para mejorar la transparencia, participación de la sociedad, gobiernos y empresas. Apostamos por una universalidad de la red con principios éticos", concluyó.