Sábado 31 de Agosto de 2013
Washington afirma tener pruebas del ataque químico por parte de fuerzas de Al Assad que dejó más de 1.400 muertos.
"La ONU no puede unir al mundo para actuar como debería".
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo ayer que sopesa la posibilidad de una intervención militar "limitada" en el conflicto sirio para "castigar" al régimen de Bachar al Asad por el ataque químico de la semana pasada, del que Estados Unidos asegura tener "definitivas".
Pese a que reiteró que no ha tomado una decisión, Obama dijo que como dirigente mundial tiene la obligación de hacer que se respeten las "normas internacionales" y que quien use esas armas contra su pueblo "rinda cuentas".
El mandatario descartó un ataque contra Siria de "largo plazo" o "una gran operación militar" con "tropas sobre el terreno" y opinó que no actuar enviaría una señal "perjudicial" para la seguridad nacional de EE.UU.
Obama no ocultó su frustración por verse abocado prácticamente en solitario a una acción bélica, tras llegar al poder en 2009 con la promesa de poner fin al desgaste de las guerras en Iraq y Afganistán heredadas de su antecesor en la Casa Blanca, George W. Bush.
"Parte del desafío con el que hemos acabado encontrándonos (en esta crisis) es que muchos piensan que debe hacerse algo, pero nadie quiere hacerlo", dijo Obama en referencia a la falta de apoyo internacional.
Pruebas "concluyentes"
La comparecencia de Obama se dio poco después de que su secretario de Estado, John Kerry, presentara las pruebas con las que EE.UU. concluye que el régimen de Al Asad estuvo detrás de un ataque químico a gran escala el pasado 21 de agosto que ha causado al menos 1.429 víctimas mortales, 426 de ellos niños, según sus informaciones.
En cuatro páginas y un mapa de las zonas afectadas, EE.UU. resume las evidencias desclasificadas en las que se basa su afirmación de que las fuerzas del régimen lanzaron un ataque simultáneo con algún tipo de "gas nervioso" sobre 12 zonas cercanas a Damasco el pasado miércoles.
Kerry aseguró que EE.UU. respeta el papel de la ONU y el trabajo de los inspectores que investigan la matanza sobre el terreno, pero dijo que "las Naciones Unidas no pueden unir al mundo para actuar, como deberían", por el "obstruccionismo" que ejerce Rusia en el Consejo de Seguridad.