Viernes 12 de Julio de 2013
Massa pidió endurecer penas para delitos sexuales. Y desde su espacio se cruzaron con sciolistas. Insaurralde dijo que no se puede defender logros y negar que conseguirlos implica conflicto.
Los dos sectores políticos que marchan al frente de las encuestas en la provincia de Buenos Aires, el massismo y el kirchnerismo, eligieron ayer a Bahía Blanca como punto de partida de su despliegue territorial en el interior bonaerense: llegaron hasta allí los candidatos que encabezan las listas y desplegaron una agenda divergente.
El FR hizo una jornada sobre violencia de género en la Casa de la Cultura, que Sergio Massa aprovechó para cerrar con un pedido para endurecer penas para delitos sexuales y violencia de género. Dijo que si esa modificación no avanza "nos encontramos con que queremos seguir ignorando el problema o minimizándolo".
El tigrense puso especial hincapié en incluir que este tipo de debate en la agenda política, para alejarla de las luchas por el poder y acercarla a lo que demandan "los ciudadanos". Antes, su segundo candidato, Darío Giustozzi, había respaldado las marchas "caceroleras" de este año y el pasado porque "fueron manifestaciones legítimas".
El intendente de Almirante Brown sí se metió de lleno en la agenda netamente política: dijo que uno de los motivos que lo llevaron a romper con el kirchnerismo fue que ese espacio "pasó a un modelo mucho más concentrado, con alta influencia de La Cámpora, de Boudou y de Moreno". Por su parte, Adrián Pérez se encargó de rechazar la creación de un tribunal constitucional que impulsa el kirchnerismo.
También político fue el cruce entre el intendente de Olavarría, el massista José Eseverri, quien dijo que la definición K de Daniel Scioli del miércoles ("se está con el modelo o no") dirigida a Massa le hace "caer la careta" al Gobernador y demuestra que "lo traten de inútil" los kirchnerista a los que ahora apoya.
Le respondió el senador Alberto De Fazio, quien tras analizar la carrera política del jefe comunal de Olavarría y armador del massismo en la séptima sección electoral, lo calificó de "incoherente" al tiempo que sostuvo que hay que "discutir ideas y no agravios".
Justamente Scioli estuvo también en Bahía Blanca, con Martín Insaurralde, cabeza de lista del FpV a quien definió como "la continuidad con cambios". Y pidió el voto a los bonaerenses para que el "equipo" que conforman "Nación, provincia y municipio" puedan "cumplir con lo que falta".
Los K apuntaron a Massa, claro: el propio Insaurralde y el vicepresidente Amado Boudou dijeron en Bahía que toman decisiones con "miedo" y en función de "proyectos personales" o "que dicen que se puede hacer lo que hicimos en estos diez años sin pelear". Es la idea que el conflicto que caracterizó a la era K es inescindible de los logros que el tigrense reivindica, como la AUH o las estatizaciones jubilatorias y de YPF.
