Martes 9 de Abril de 2013
Se reabre la investigación.
Los restos del Premio Nobel de Literatura chileno Pablo Neruda fueron exhumados ayer desde el balneario de Isla Negra, ante la sospecha de que el poeta fue envenenado en 1973 por la dictadura del general Augusto Pinochet.
"Hay muchas dudas, incluso será necesario aplicar exámenes de ADN, para determinar si este es el cadáver del poeta", reveló el abogado querrellante Eduardo Contreras.
El jurista, litigante en cientos de casos de derechos humanos, recordó que los restos del escritor fueron removidos y enterrados tres veces antes de llegar al Memorial de Isla Negra en 1992.
El juez del caso, Mario Carroza, calificó por su parte como "sumamente importante" dilucidar las dudas existentes, inicialmente desechadas por la Fundación Neruda.
"Es una congoja, una cosa muy especial (...) todo fue acorde a la dignidad del poeta", dijo el sobrino del poeta, Rodolfo Reyes, quien estaba presente en el acto.
El principal denunciante del supuesto asesinato, el chofer Manuel Araya, estuvo también en el peritaje y recordó sus últimos momentos con Neruda en la clínica Santa María. "Diré hasta el último día de mi vida (...) que Neruda fue asesinado, porque él no estaba para morir y si no le hubieran puesto esa inyección en el estómago no hubiera muerto", subrayó.
