Martes 20 de Agosto de 2013
Según dijeron los científicos de la UBA, los exámenes genéticos tardaron "muchísimo" y solo falta el análisis de la aspiradora. Hoy declara el padrastro Sergio Opatowski en calidad de testigo.
La Policía Federal y personal especializado realizaron ayer por la tarde en un cementerio privado de Pilar las tareas de exhumación del cadáver de Angeles Rawson para trasladarlo a la Morgue Judicial, donde hoy se reunirá un grupo de nueve expertos para esclarecer si la chica murió en el camión compactador donde terminó el cuerpo o durante un posible ataque sexual.
Cerca de las 18, un camión de la Federal llegó hasta el cementerio Jardín de Paz para proceder al retiro del ataúd con los restos de la chica asesinada en junio, mientras los allegados de la querella preferían guardar silencio tras señalar que "era un día muy triste".
Durante esa tarea estuvieron los abogados de las partes: Miguel Angel Pierri por la defensa y Pablo Lanusse, representante del padre biológico de Angeles, querellante en el caso. Además, el juez Javier Ríos interrogará hoy como testigo a Sergio Opatowski, el marido de la madre de Angeles, quien declarará por primera vez en la causa.
ADN negativo
Los investigadores informaron ayer que no se encontraron rastros de ADN de Angeles en el sótano del edificio de Ravignani 2360 de Palermo, donde vivía, ni en el baúl del auto del principal acusado, el portero Jorge Mangeri, según el informe del Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires.
"Tardaron muchísimo estos exámenes de ADN y ahora el único que falta es el estudio sobre la aspiradora -dijo el abogado Marcelo Biondi, defensor de Mangeri-. Así como hay una junta médica para exhumar el cadáver, algo que nosotros no estamos de acuerdo, nosotros también queremos una junta sobre los estudios de ADN".
El juez consideró claves las huellas de ADN de Mangeri encontradas bajo las uñas de la víctima, lo que sirvió para dar por cierto que el 10 de junio pasado Angeles, de 16 años, habría sido asesinada por el portero dentro del edificio de Ravignani, aprovechando la confianza que la menor le tenía.
La querella que representa al padre de Angeles busca probar que esa muerte se produjo luego de que la menor se resistiera a un ataque sexual, e hizo hincapié en una de las lesiones que presentaba Mangeri a la altura de la ingle.
Lesiones y dudas
La semana pasada una junta médica -donde estaba el perito que participó de la autopsia- sostuvo que la adolescente murió tras una larga agonía dentro del camión compactador de basura, en el que fue trasportada al predio de la Ceamse de José León Suárez donde fue hallada.
Pero la querella planteó dudas sobre una contradicción que existiría alrededor de lesiones en la columna, lo cual generó que el juez convocara a una segunda junta médica -sin la participación del perito que hizo la autopsia- para que contestaran más de 70 puntos oscuros del informe médico. En ese interrogatorio, el juez busca que los peritos acoten la data de la muerte, intenten establecer si es posible cómo y dónde se concretó la muerte violenta por asfixia de la menor, y si existen lesiones propias de un ataque sexual, explicaron las fuentes.
Para contestar ese interrogatorio, los peritos informaron a Ríos el pasado sábado que se necesitaba revisar el cadáver, y por lo tanto se ordenó su exhumación.