Miércoles 17 de Julio de 2013
Un video confirmó la versión que había dado Sergio Opatowski. Según la cinta, el hombre se encontraba en el centro cuando la joven regresó al edificio. Declaró el hermano de la víctima, quien contó que tenía un buen concepto de Mangeri.
El padrastro de Angeles Rawson, Sergio Opatowski, estaba cobrando su pensión por viudez en un banco del microcentro porteño en el horario en el que la víctima fue interceptada por quien la asesinó, según un informe y un video que aportó a la causa la entidad bancaria. La presencia en el banco lo aleja a Opatowski unas 55 cuadras de la escena del crimen y confirma su versión acerca de lo que hizo durante el horario en el que fue cometido.
Voceros de la investigación revelaron que el Banco Macro le envió al juez Javier Ríos las constancias de que a las 10 de aquel lunes 10 de junio Opatowski entró a la sucursal de Sarmiento y Reconquista y acompañó los videos de las cámaras de seguridad. A las 10.07, es decir 17 minutos después de que a Angeles se la ve en un video llegar al edificio de Ravignani 2360, el hombre cobró por ventanilla su pensión por viudez. Si bien nunca declaró en la causa, públicamente Opatowski siempre dijo que aquella mañana desayunó en su casa, se retiró a realizar trámites como el de su pensión en el Banco Macro y cobranzas para la empresa de desinfección en la que trabaja su mujer, María Elena Aduriz, y que recién regresó alrededor de las 14 a Ravignani 2360. La propia Aduriz había contado, al declarar como testigo, que su marido había ido esa mañana a cobrar la pensión.
El chequeo de esta versión fue una de las 52 medidas que ordenó el lunes el juez y a menos de 24 horas de que la División Homicidios de la Policía Federal se contactó con la presidencia del Banco Macro, el informe estaba en sus manos.
Un buen concepto
Juan Cruz Rawson, hermano de la víctima, amplió ayer su declaración testimonial ante el juez y afirmó que tenía un buen concepto del portero Jorge Mangeri, pese a ser el único imputado por el crimen. Otro testimonio fue el de la mujer que había advertido por correo electrónico a la fiscal Paula Asaro que debían investigar al encargado y reiteró que su empleada doméstica, a la que identificó, le había dicho que las mujeres del barrio le temían.
Por su parte, el abogado Pablo Lanusse, quien representa en la causa a Franklin Rawson, el padre de Angeles, destacó ayer como prueba contundente que en el cuerpo de la chica se haya encontrado el ADN del encargado del edificio. "Hay sólo dos personas que saben lo que ocurrió: Angeles y el señor Mangeri. Angeles Rawson habló en su autopsia, a través del ADN que se extrajo de sus uñas, y dijo de quién se defendió, quién fue el agresor. La otra persona, hasta el día de hoy, ha preferido mantener el silencio", reflexionó.
Respecto de la evidencia genética, el abogado Marcelo Biondi, defensor de Mangeri, dijo que ayer presentaron ante el juez un pedido para que se la declare nula, debido a que "nadie custodió las muestras". "En el expediente no consta ningún instrumento que sustente el trayecto de las muestras tomadas del cuerpo de la víctima y de Mangeri al Cuerpo Médico Forense (de la Corte Suprema de Justicia) y de ahí a los laboratorios donde se analizaron", cuestionó. Para el defensor también hay "errores en la autopsia" y en ese sentido cree que la víctima "no murió compactada" en el contenedor de basura, por lo que aguarda los estudios complementarios de los forenses para determinar esa y otras cuestiones sobre la forma en que se cometió el homicidio.