Viernes 28 de Junio de 2013
Fuentes de la investigación difundieron que el perfil genético del portero del edificio de Ravignani 2360, único detenido por el crimen, fue hallado en dos dedos más del cadáver de la víctima.
Las pruebas que se van sumando al expediente del asesinato de la adolescente Angeles Rawson siguen complicando al portero del edificio donde vivía la víctima, Jorge Mangeri. Fuentes de la investigación confirmaron que el perfil genético del único detenido fue hallado en otras dos uñas del cadáver de la víctima. En tanto, vecinos del edificio situado en Ravignani 2360, del barrio de Palermo, donde habría ocurrido el crimen, declararon que el día del asesinato, Mangeri les pidió que sacaran la basura dos horas antes de lo habitual.
El juez de la causa, Javier Ríos, y la fiscal María Paula Asaro recibieron en la tarde de ayer los resultados de peritajes de laboratorio en los que se halló el ADN de Mangeri en las muestras tomadas debajo de las uñas de los dedos mayor y anular de la mano derecha de Angeles.
Según los voceros, ya suman tres los perfiles genéticos del portero hallados en el cuerpo de la víctima ya que el lunes los peritos habían informado que el mismo ADN estaba debajo de la uña del dedo índice derecho.
Por su parte, el abogado Miguel Angel Pierri, defensor de Mangeri aseguró que la Justicia "tiene una nueva hipótesis de trabajo" e insistió en que existen dos ADN masculinos hallados debajo de una de las uñas de la víctima. El letrado también aseveró que en el hecho participaron al menos dos personas y dijo que las pruebas genéticas practicadas al cadáver de la adolescente así lo indican, aunque este dato no fue confirmado por fuentes del juzgado ni la fiscalía.
La defensa ya propuso como perito de parte al genetista Gabriel Boselli, quien ayer estuvo en el juzgado de Ríos y al retirarse señaló que fueron "detectadas muchas irregularidades en la cadena de custodia de las muestras" con las que se realizaron los estudios de ADN, por lo que solicitan "información adicional".
Declaración nocturna
El caso continúa copando las pantallas de TV y las páginas de los diarios, que siguen cada paso de la investigación. En la madrugada de ayer, pudo verse en cadena, por los medios, como se dirigieron a declarar los vecinos del edificio de la calle de Ravignani tal como lo solicitó Ríos, en una hora poco común, al parecer porque el padre biológico de la joven asesinada, Franklin Rawson, acercó una nueva prueba al juzgado a través de su abogado, Pablo Lanusse.
Fuentes del caso indicaron que al menos cuatro de los 26 vecinos le contaron al juez Ríos que el 10 de junio Mangeri les pidió que sacaran la basura a las 17, sin motivos aparentes. Incluso, una fuente judicial explicó que algunos de estos testigos contaron que Mangeri les hizo este pedido a través del portero eléctrico. Además, otra de las vecinas declaró que aquel lunes encontró al encargado en la terraza del edificio y lo notó "muy extraño". No obstante, los voceros aclararon que la mayoría de los vecinos de Ravignani 2360 manifestaron que estaban sorprendidos y no podían creer que Mangeri esté acusado de cometer el crimen.
En tanto, a Lanusse le llegó un audio en el que dos mujeres decían que los vecinos del edificio habían recibido un ofrecimiento de dinero para no contar a los investigadores una supuesta pelea que hubo el día del crimen en el departamento de Angeles.
Sin embargo, los investigadores aclararon que ningún vecino avaló este episodio. "Al tercer testimonio nos dimos cuenta que era un disparate. Quedó desechado", dijo una de las fuentes.
