Sábado 22 de Junio de 2013
Así lo aseguran sus abogados Miguel Angel Pierri y Marcelo Biondi, que además afirman que el hombre fue "apretado" antes de ser llevado a declarar.
El encargado que está acusado del crimen de la adolescente Angeles Rawson le aseguró ayer a sus abogados que no se incriminó en el homicidio ante la fiscal y reiteró que fue "apretado" antes de que lo llevaran a declarar.
Mientras tanto, el registro de la actividad del teléfono celular del imputado, Jorge Mangeri (45), durante la mañana en que la chica fue asesinada, es otra de las pruebas que la fiscal Paula Asaro aguarda para sumar nuevos indicios contra el portero.
También se busca si cámaras de seguridad de la cuadra de Ravignani 2360, en Palermo, captaron algún movimiento del auto del encargado, que habitualmente lo dejaba estacionado en la calle, y para los investigadores pudo ser utilizado para trasladar el cuerpo.
Tras entrevistarse por primera vez con el acusado en la cárcel de Ezeiza, el abogado Miguel Angel Pierri relató que Mangeri "lloró muchísimo" y les aclaró que el no dijo que era culpable.
"El dice que no dijo ‘yo fui el que hizo lo de Ravignani’ y que no lo habían citado ni miércoles ni jueves sino para el viernes. Que cuando le contó a la fiscal lo del apriete, ella parece que vio como alocado el relato y lo paró", explicó Marcelo Biondi, otro de los defensores del portero.
Agregó que, según Mangeri, luego de eso, quedó solo en un cuarto con dos policías durante dos horas y luego lo llevaron detenido.
El abogado aclaró que eso es lo que dice el portero y que cuando tome contacto con la causa el lunes próximo contrastará sus dichos con las actas labradas por la fiscal.
Luego, se analizará en qué momento y de acuerdo a las pruebas si Mangeri brindará una "versión exculpatoria" del hecho.
Llamativo
Por su parte, Pierri sostuvo que es llamativo que no haya ningún testigo del supuesto ataque del portero contra la joven en el hall del edificio el pasado 11 de junio.
Luego se refirió a la mucama de la familia de Angeles, quien al momento en que la chica supuestamente ingresó al edificio estaba trabajando dentro de la casa, y dijo que si estuvo, "parece increíble que no haya escuchado nada, aceptando siempre que el ámbito de la escena del crimen sea el edificio".
Además, puso en duda que ninguna de las cámaras de seguridad de la cuadra hayan registrado algún dato de relevancia y enfatizó que "si por lo menos dos de las cámaras funcionaron bien, este hecho tiene que estar esclarecido".
Sobre el encuentro con el ex encargado, Pierri detalló que el portero estaba "ansioso de hablar" y "lloró muchísimo".
Explicó que está alojado en un sector de internos de buena conducta y que "el Servicio Penitenciario lo contiene, está muy celoso de su estado" y le han dado garantías de su seguridad.
Al respecto, Biondi indicó que el portero "tiene todas la características de un tipo bonachón y no hay nada anormal".
Pierri insistió en que Mangeri fue amenazado el jueves pasado por personas que lo asaltaron en la calle, le pusieron un revólver en la cabeza, le dijeron que "se hiciera cargo" del crimen y amenazaron con que le iba a pasar algo a su esposa.