Domingo 19 de May de 2013
Al efectivo de la Policía bonaerense se procesó por "participar económicamente de la empresa ilícita asegurando el funcionamiento" del local.
Un subcomisario de la Policía bonaerense fue procesado y continuará detenido por brindar protección a un prostíbulo VIP que operaba en la localidad bonaerense de Olivos, donde hace un mes se liberó a nueve mujeres que eran explotadas sexualmente.
Fuentes judiciales informaron ayer que la medida fue dictada por la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado y también alcanzó al dueño del lugar y a una encargada que organizaba los turnos con los clientes.
El subcomisario procesado es Maximiliano Moreno (40), quien cuando fue apresado el 16 de abril último se desempeñaba como jefe de calle de la comisaría de Olivos, es decir ocupaba el tercer lugar en jerarquía en la seccional.
El fallo explica que tras una denuncia de la Procuraduría para el Combate de la Trata y Explotación de Personas (Protex), a cargo del fiscal federal Marcelo Colombo, recogida por su par Fabián Céliz, se allanó el domicilio de Ramón Castro 2707 y en forma coordinada se detuvo al subcomisario.
En el prostíbulo, se rescató a nueve jóvenes y se apresó a su dueño, Martín Buasso (44), y a la encargada, una profesora de Física y Matemática identificada como María Rosa Montorfano (60).
En base a escuchas telefónicas y a la declaración de las víctimas, se determinó que Buasso las reclutaba y la mujer, que trabaja en el lugar de lunes a sábados de 9 a 17, se encargaba de organizar los turnos o "pases" con los clientes.
En el lugar, se llegaban a hacer 40 "servicios" diarios y como allí se cobraba un promedio de 350 pesos y 600 por visitas a domicilio, se calcula que se recaudaban 500.000 pesos mensuales, señala la resolución.
Maltrato
Según declaró Montorfano, Buasso maltrataba a las chicas al punto de encerrarlas en su domicilio y era quien "tenía relación con funcionarios policiales", a quien ella semanalmente les pagaba entre 500 y 1.500 pesos.
"Las actividades de Buasso se hallaban garantizadas por miembros de la Policía local y dicha garantía se encontraba personalizada, cuanto menos en el subcomisario Maximiliano Moreno, quien a cambio de participar económicamente de la empresa ilícita aseguraba el funcionamiento del prostíbulo", destacó el fallo.
Incluso, las mujeres declararon que policías sabían lo que ocurría en el lugar, ya que no sólo lo custodiaban sino que utilizaban sus "servicios", al igual que "fiscales", que concurrían al lugar "muy bien vestidos", detalló una chica.
Al subcomisario Moreno se lo encontró partícipe necesario de "explotación económica de la prostitución de una persona, reiterado en ocho hechos en concurso ideal con el de cohecho pasivo", (cobrar coimas) y se trabó un embargo de 600.000 pesos.
Los mismos delitos se adjudicaron a Buasso y Montorfano en calidad de autores mientras que al diseñador gráfico Claudio Ares (47), que preparaba las páginas en las que se ofrecía el prostíbulo, se lo desvinculó de la prostitución y se lo procesó porque se hallaron una docena de armas en su poder.