Domingo 24 de Febrero de 2013
Gils Carbó
La procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, aseguró ayer que "el poder judicial no se depura porque tiene redes corporativas de protección" y abogó por un debate para analizar la influencia de la política en la actividad de la Justicia.
Gils Carbó, designada en septiembre del 2012 por el kirchnerismo para reemplazar al renunciante Esteban Righi, dijo que el poder político "históricamente siempre ha formado parte" de las decisiones en la Justicia.
"Es llamativo cuando el poder político y económico" inciden en el judicial, dijo la funcionaria y rescató que ahora "de esto se está hablando y está saliendo a la luz, es un tema que merece muchísimo debate".
Gils Carbó afirmó que "una de las principales reformas que hay que hacer" en el área de la Justicia es en el "Consejo de la Magistratura, un organismo que ahora está paralizado".
La funcionaria abogó por un cambio para que el órgano lleve "adelante las designaciones y los juicios disciplinarios" que deben ser seguidos contra magistrados denunciados.
La procuradora recordó también que había hecho "como fiscal denuncias graves que involucraban a los derechos de cientos de ahorristas y nunca tuve noticias después de años que hayan tenido desenlace".
Además, en un reportaje que difundió ayer radio América, Gils Carbó apuntó que "la corporación judicial tiene varias redes y forma de actuar difusa". Puso de ejemplo "el sistema carcelario que muestra que los derechos humanos no se protegen en todos los ámbitos y donde no hay control judicial".
Manifestó que a ese ámbito "lo maneja la corporación judicial que tiene varias cabezas, redes y una forma de actuar que es difusa, en la cual participa en mayor o menor medida los magistrados".