Martes 7 de May de 2013
El tandilense, que ayer avanzó a la segunda ronda del torneo de Madrid tras vencer al serbio Janko Tipsarevic, se puso como meta encabezar al equipo argentino en las semifinales de septiembre, ante República Checa.
El tenis argentino recibió ayer la única buena noticia de las últimas semanas tras la renuncia de Juan Martín del Potro y la operación de David Nalbandian: las semifinales de la Copa Davis contarán con el compromiso de Juan Mónaco.
"La Copa Davis es una prioridad para mí, así que siempre estoy contento de representar a mí país", señaló ayer Mónaco en Madrid.
Argentina buscará la quinta final de su historia de la Davis entre el 13 y el 15 de septiembre en Praga ante la actual campeona, República Checa.
"Pico" Mónaco es consciente de que Argentina no es el favorito de la eliminatoria, que se disputará bajo techo y lejos de casa, condiciones que no benefician al equipo nacional. Y menos aún tras los dos golpes que recibió el cuadro capitaneado por Martín Jaite.
Del Potro, número siete del mundo y primera raqueta albiceleste, reiteró durante el torneo de Montecarlo que no defenderá al país en Praga. "Si me lo preguntan, la respuesta seguirá siendo la misma", dijo Del Potro, que jugó su último partido de Copa Davis en las semifinales de 2012, en las que Argentina perdió justamente ante República Checa, en Buenos Aires.
A diferencia de Mónaco, la Copa Davis está fuera de la lista de prioridades de Del Potro.
A la ausencia del número siete del mundo se sumó la incertidumbre en torno a Nalbandian, que se sometió el viernes a una doble operación de cadera y hombro.
El que fuera tercero del ránking estará entre cuatro y seis meses de baja. Además, este año tan sólo jugó 11 partidos.
"Ojalá que David se pueda recuperar porque es una pieza fundamental para nuestro equipo. Pero todavía falta mucho, cinco meses, y pueden pasar un montón de cosas", señaló Mónaco después de avanzar a la segunda ronda del torneo de Madrid, tras vencer por 7-6 (7-5) y 6-3 al serbio Janko Tipsarevic, número 10 del mundo.
Con este panorama, gran parte de la responsabilidad del equipo recaerá sobre sus hombros. Y Mónaco acepta gustoso el reto. "Claro, si mi físico me lo permite y estoy con buena salud siempre voy a tratar de estar", dijo el de Tandil.
Y será todo un desafío para Mónaco, de 29 años. El número 19 del escalafón ATP cree que las semifinales en Praga es la segunda eliminatoria más difícil a la que se enfrentará en Copa Davis. "La más difícil fue la de España en Sevilla, sin dudas", dijo Mónaco, que cayó en la final de 2011 por un contundente 6-1, 6-1 y 6-2 en el primer partido de aquella serie ante Rafael Nadal.
Aquella vez España era la gran favorita, al igual que en septiembre lo será República Checa, que venció en la final de 2012 a los españoles, grandes dominadores de la competición en los últimos tiempos.
"Bajo techo, en una superficie muy rápida. No estamos tan acostumbrados y ellos se sienten muy bien", dijo Mónaco.
Sin embargo, "Pico" no se resigna ante uno de los mayores desafíos de su carrera y en una competición que le sirvió este año para despertar después de un arranque irregular. "Vamos a ver que va a pasar, aún queda mucho tiempo".
