Lunes 22 de Julio de 2013
Un hombre de 33 años y otro de 44 fueron asesinados horas antes del encuentro ante San Lorenzo. Además seis personas resultaron heridas. El padre de una de las víctimas responsabilizó a la facción de Di Zeo. Un diario había advertido sobre posibles incidentes.
En la más sangrienta de las batallas libradas por el liderazgo de la barra brava de Boca, dos hinchas fueron asesinados ayer a balazos y otros seis terminaron heridos, cuatro de ellos también con proyectiles de arma de fuego. Uno de los heridos se encontraba en grave estado en el hospital Argerich.
Más de cien balazos se contabilizaron a través de los restos de casquillos servidos, además de hierros de construcción afilados tirados en el campo de batalla que dan cuenta de que la guerra estaba declarada y algunos de los protagonistas bien preparados.
Más de tres horas antes del partido ante San Lorenzo, luego suspendido en el Nuevo Gasómetro, cayó Marcelo Carnevale, de 33 años, con un balazo en el tórax, en la avenida Lafuente y Ana María Janer, Villa Soldati, a cuatro cuadras del estadio. Luego se supo que Angel Martín Díaz, de 44 años, ingresó "fallecido" al Santojanni, de Liniers.
Los efectivos de Gendarmería y Policía se vieron superados pese a los antecedentes. Inclusive ayer el diario Clarín, en una nota firmada por el periodista Enrique Gastañaga, escribió acerca del temor sobre un posible enfrentamiento. El secretario de Seguridad, Sergio Berni, salió a hablar por los medios para dar cuenta de que había un detenido al que se le encontró un arma calibre 45 en Mariano Acosta y Riestra, a unas pocas cuadras del lugar del enfrentamiento.
A las 14.49 le llegó al SAME el primer aviso del comando radioléctrico, según contó el director del servicio médico municipal, Alberto Crescenti, confirmando el deceso del hombre de 33 años con un "disparo de arma de fuego en el tórax". Había otros pocos datos sueltos, pero con el correr de las horas se supo que hubo más enfrentamientos y otros heridos fueron llevados por los propios hinchas, algunos al hospital Santojanni, como el caso de Díaz, y de otros hinchas con un balazo en la rodilla con ingreso y salida del proyectil. También fueron llevados otros tres heridos de bala por barras al Argerich, en La Boca. En realidad los llevaron en autos y los dejaron en la puerta.
Un hombre de 34 años con heridas de bala en el abdomen y el antebrazo era intervenido. Su estado era el más complicado. Los otros dos, de 34 y 38, sufrieron balazos en un antebrazo y un glúteo. Un policía y un hincha fueron atendidos por contusiones en el hospital Piñero y luego dados de alta.
Minutos después de las 16, poco más de dos horas antes horario previsto para que empezara el clásico, el encuentro se había suspendido y se reprogramó para el miércoles, en horario a confirmar, sin público visitante.
