Martes 17 de Agosto de 2021
Gendarmería Nacional halló dos cuevas naturales próximas al paraje Pilo Lil, a 40 kilómetros de Junín de los Andes, donde se detectaron representaciones de animales y motivos abstractos de aproximadamente 500 años de antigüedad.
Se destaca la presencia de un rico conjunto de arte rupestre, con representaciones de animales y motivos abstractos realizados principalmente mediante técnicas de grabado, indicó la Dirección Provincial de Patrimonio Cultural de Neuquén en un comunicado.
También se señaló que se hallaron restos de vasijas cerámicas, herramientas de piedra y desechos de consumo como moluscos de agua dulce y huesos de mamíferos.
El arqueólogo de la Dirección de Patrimonio Cultural, Juan Maryañski, contó que se realizaron estudios no invasivos en el lugar, lo que permitió documentar el arte rupestre, relevar las dimensiones y características del lugar, tomar muestras de material superficial y estimar ocupaciones de por lo menos 500 años de antigüedad.
“El arte rupestre presenta muy buen estado de conservación, posiblemente gracias a que la dificultad de acceso del lugar lo mantuvo a salvo de daños e intervenciones modernas”, aseguró Maryañski.
Sin embargo, contó que “hay evidencias puntuales de excavación reciente en algunos sectores del suelo de las cuevas, muy probablemente destinadas al saqueo de materiales arqueológicos”, pero indicó que “el registro llevado adelante permitirá generar las medidas de preservación necesarias”.
Además, el arqueólogo explicó que el sitio forma parte de un patrimonio más amplio que comprende distintos yacimientos con arte rupestre en las cuencas de los ríos Aluminé y Collón Curá, que muestran una gran diversidad de motivos y técnicas de ejecución, incluyendo pinturas y grabados de figuras humanas, animales, motivos geométricos abstractos y otros signos.
“Esta diversidad refleja, en parte, distintas etapas o momentos en la elaboración de imágenes a través del tiempo. Son testimonio de la producción cultural de las antiguas poblaciones cazadoras de la región“, indicó Maryañski.
También detalló que “hasta donde sabemos, eran grupos móviles que se desplazaban por el territorio según los recursos disponibles en distintos lugares y épocas del año“, y agregó que “estos itinerarios incluían ciertas cuevas o aleros rocosos donde quedó plasmado el arte rupestre”.