Viernes 13 de Diciembre de 2019
Los restos de tres hombres del pueblo wichi que se encuentran en las colecciones del Museo de La Plata, serán restituidos a su comunidad en Jujuy, según aprobó hoy el Consejo directivo de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata.
Se trata de tres hombres que fueron asesinados por soldados en los ingenios azucareros de Jujuy entre fines del siglo XIX y la década del 20 del siglo XX, según consta en los registros del catálogo del Museo.
El pedido de restitución aprobado hoy por la facultad platense se concretó a partir de la investigación realizada por el Colectivo GUIAS (Grupo Universitario de Investigación de Antropología Social) titulado “El Familiar del ingenio La Esperanza al Museo de La Plata, 1906”.
“Esqueleto 1773, asesinado por los soldados del coronel Fontana en 1881. Colección Spegazzini” se lee en uno de los restos de quien se sabe que “El señor Spegazzini conocía a este individuo personalmente”; mientras que del otro hombre consta que se trata del “cerebro de un Cacique Wichí, 6847“, quien tenía 40 años cuando fue “asesinado a tiros el 11 de julio de 1921 en la calle principal del ingenio Ledesma”, según registra el médico alemán Roberto Lehmann-Nitsche en su libro “Viajes” de 1921.
El tercer wichí se trata de un “esqueleto Nº 1774- Indio Mataco (mataco significa animal de poca monta o insignificante en castellano antiguo), masculino, Chaco Occidental, de quien se sabe que murió a principios de 1906 en San Pedro de Jujuy y que fue desenterrado por el doctor William Paterson, médico del ingenio “La Esperanza” en San Pedro de Jujuy, quien conocía personalmente al indio y lo había tratado, según detalla el mencionado libro.
El antropólogo del Instituto Nacional de asuntos Indígenas (INAI) Fernando Miguel Pepe presente hoy en la sesión del Consejo Directivo, expresó su satisfacción por la aprobación unánime, agradeció el compromiso de los presentes y dijo que: “Hoy nuevamente nos encontramos en un día histórico donde la política de reparación histórica de nuestra Universidad encuentra un correlato en el Estado Nacional. Eso nos llena de esperanza después de cuatro años de resistencia, en los cuales nunca dejamos de trabajar en pos de la defensa de los pueblos originarios en condiciones absolutamente adversas. La Universidad fue un refugio de las políticas públicas y ello nos llena de orgullo”.
El pedido realizado al Museo de La Plata por la niyat wichí, Octorina Zamora, en representación de la comunidad Kajianteya (Mujer estrella) data del 1 de junio de 2016 y en él se fundamenta la necesidad de la restitución “a fin de que nuestros ancestros regresen con su pueblo para que puedan encontrar su descanso final en el territorio sagrado de nuestra comunidad, de acuerdo con nuestra cosmovisión y cultura, y procurando así se constituya en un acto de reparación histórica para nuestro pueblo”.