Martes 30 de Julio de 2013
"El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos", dijo Francisco en el avión ante decenas de periodistas. La Comunidad Homosexual Argentina celebró su "cambio de actitud" .
El papa Francisco advirtió ayer que no juzga a los homosexuales por esa condición y afirmó que "el problema no es tener esa tendencia, sino constituir un lobby", lo que fue considerado por el presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), César Cigliutti, como un "cambio de actitud" que hay que "seguir profundizando".
Durante el vuelo al Vaticano desde Brasil, el pontífice respondió a un grupo de más de 70 periodistas, ante quienes dijo: "Si una persona es gay pero busca al Señor con buena voluntad, ¿por qué debería yo juzgarlo?". Sin embargo, condenó el denominado "lobby gay" al ser consultado sobre la supuesta relación entre monseñor Battista Ricca, nombrado recientemente en un cargo estratégico en el banco vaticano, y un capitán del ejército suizo.
"El problema no es tener esa tendencia, sino constituir un lobby. Ese es el asunto más grave para mí", declaró ante los periodistas que lo acompañaron en el avión. En ese sentido, expresó que "el catecismo de la Iglesia católica lo explica de una forma muy bella a esto. Dice que no se puede marginar a estas personas por eso. Hay que integrarlas a la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby".
Además, defendió que las mujeres tengan un mayor papel en la Iglesia, aunque recordó que las puertas al sacerdocio femenino están cerradas.
Respecto del lobby gay el Papa afirmó que "aún no me he encontrado con ninguno que me dé el carnet de identidad en el Vaticano donde lo diga", aunque destacó que "dicen que lo hay". "Cuando uno se encuentra con una persona así debe distinguir entre el hecho de ser gay del hecho de hacer lobby porque ningún lobby es bueno", expresó.
Si bien afirmó que no iba a "juzgar" a los homosexuales, el exarzobispo de Buenos Aires ratificó la postura de la Iglesia en contra del matrimonio igualitario al expresar que "todos ustedes conocen perfectamente la posición de la Iglesia sobre ese tema".
Jorge Bergoglio mantuvo en Buenos Aires una fuerte posición en contra de la ley de matrimonio igualitario, sancionada en 2010, a la que consideró en aquel momento como "la pretensión de destruir el plan de Dios".
El presidente de CHA, César Cigliutti, consideró los dichos del Papa como "un cambio en la actitud que nos parece que hay que seguir profundizando".
Además, afirmó que "la CHA como organización de derechos humanos desde hace 29 años hace lobby para revindicar nuestros derechos" y destacó que "lo hicimos con la ley de Unión Civil, la de Matrimonio Igualitario y la de Identidad de Género".
"Lo hacemos con periodistas y políticos. Hacemos un lobby gay, revindicamos nuestro trabajo", expresó, y manifestó que "lo que hizo Bergoglio en su momento también fue un lobby en contra del matrimonio homosexual" en Argentina. A su vez, Cigliutti reconoció que "las declaraciones del Papa bajan la intensidad al enfrentamiento que tenía con las organizaciones gay".