Miércoles 24 de Julio de 2013
El arzobispo de Río, Orani Tempesta, presidió la misa de apertura en la playa de Copacabana. Le dedicó el encuentro a los jóvenes "desempleados, sin familia, sin patria, sin derecho, sin hogar o que se encuentran detenidos".
La 23ª Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) católica comenzó oficialmente ayer en Río de Janeiro con la participación de casi medio millón de jóvenes de todas partes del mundo y un tono "latinoamericanista" dado por el arzobispo de Río, Orani Tempesta, quien celebró la misa inaugural de la jornada en la playa de Copacabana.
"En forma providencial, esta jornada estaba destinada a ser una jornada que por segunda vez, el retornar a Latinoamérica tras 26 años, fuera el lugar de acogida del primer viaje apostólico del primer papa latinoamericano de la historia, el papa Francisco, que vino a presidir este bello e importante momento de la vida de la iglesia en estas tierras", dijo Tempesta, en alusión a la Jornada de 1987, en Buenos Aires.
El religioso recordó que la elección de Río para recibir la presente JMJ fue del papa emérito Benedicto XVI, durante la última misa de la anterior edición del evento, celebrada en Madrid, en agosto de 2011.
"Le agradecemos a él la elección y las orientaciones, por el tema de la Jornada y por el incentivo", indicó, en alusión a la consigna de este año: "Id y haced discípulos entre todas las naciones".
Tempesta se refirió, asimismo, al lado social del Evangelio: "El entusiasmo juvenil que se puede ver por todos los rincones muestra el rostro del joven cristiano, que busca unir el testimonio de una vida auténticamente cristiana con las consecuencias sociales del Evangelio".
"Somos llamados a ser protagonistas de un mundo nuevo. Estoy seguro de que ustedes harán eso en sus ciudades, en sus países. El mundo necesita de jóvenes como ustedes", afirmó.
"La participación en la comunidad con entusiasmo será la oportunidad de, conviviendo con los demás hermanos y hermanas, testimoniar que otro mundo es posible", agregó, citando al escritor uruguayo Eduardo Galeano.
El religioso brasileño dijo celebrar la liturgia "por los jóvenes desempleados, por los jóvenes sin familia, por los jóvenes sin patria, por los jóvenes sin derecho y por los que deambulan por las calles de nuestras ciudades o se encuentran detenidos".
Recuerdo a la masacre de la Candelaria
Al celebrar la misa inaugural de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el arzobispo de Río de Janeiro, Oraní Tempesta, recordó uno de los crímenes más brutales de la historia reciente de Brasil, la masacre de la Candelaria, que ocurrió en los primeros minutos de la madrugada del 23 de julio de 1993, cuando un grupo de exterminio integrado por policías secuestró a unos 50 niños y adolescentes que dormían en la calle delante de la conocida iglesia y mató a ocho de ellos.
Francisco, agradecido
"Gracias! Gracias! Gracias a todos ustedes y a todas las autoridades por la magnífica acogida en tierra carioca", escribió el papa Jorge Mario Bergoglio ayer en su cuenta de Twitter tras haber pasado su primera noche en Río de Janeiro. "Comenzamos una semana estupenda en Río. Que sea una ocasión para profundizar nuestra amistad con Jesús Cristo", apuntó el papa argentino desde la residencia Sumaré, donde ayer cumplió una jornada de descanso tras su llegada a Brasil.