Martes 30 de Julio de 2013
Familiares de las 79 personas fallecidas el miércoles pasado asistieron a la despedida en la catedral de Santiago de Compostela.
Mariano Rajoy y la princesa Letizia, saludan a los deudos.
Las 79 víctimas mortales del accidente de tren ocurrido en Santiago de Compostela y la heroicidad de los vecinos que corrieron a auxiliares y de miembros de los equipos de rescate fueron recordados y elogiados ayer durante un solemne, emotivo y multitudinario funeral.
Los familiares de las víctimas, muchos de los vecinos del barrio de Santiago de Compostela donde descarriló el tren el pasado miércoles asistieron al funeral en la catedral de la ciudad, mientras que miles de fieles y personas que quisieron expresar su solidaridad siguieron la ceremonia religiosa a través de una pantalla gigante instalada fuera del templo.
La mayor parte de los 79 muertos son españoles, pero también se encontraban ciudadanos de Colombia, México, Brasil República Dominicana, Italia, Francia, Argelia y Estados Unidos.
A la ceremonia asistió el príncipe Felipe de Borbón, heredero de la Corona española, acompañado de su esposa, la princesa Letizia, y su hermana la infanta Elena, al igual que el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy; el jefe del ejecutivo regional de Galicia, Alberto Nuñez Feijoo, así como ministros y autoridades eclesiásticas.
El arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, dijo a las familias de las víctimas que Galicia y España los "llevan en el corazón" desde el accidente.
Los vecinos del barrio de Angrois, donde ocurrió la tragedia y quienes fueron los primeros en llegar para socorrer a las víctimas asistieron también a la ceremonia, en la que se elogió su valentía y coraje.
Barrio fue el encargado de oficiar el funeral por las víctimas del accidente ferroviario ocurrido el pasado miércoles, en el que unas 150 personas resultaron heridas.
Tras la ceremonia religiosa, el príncipe Felipe de Borbón, su esposa, y su hermana, se dirigieron a los familiares de las víctimas a los que estrecharon las manos, abrazaron y besaron pronunciando palabras de consuelo.