Domingo 24 de Febrero de 2013
No hubo respuesta oficial a los abucheos e insultos dirigidos al Gobierno.
El día después de la convocatoria por el primer aniversario de la tragedia de Once, familiares de las víctimas ratificaron sus duras críticas a la Casa Rosada y calificaron de "asesino" al ministro de Planificación, Julio de Vido.
Los abucheos e insultos que recibieron la presidenta Cristina Fernández y funcionarios de su gabinete durante toda la jornada de ayer, en especial durante el acto realizado en Plaza de Mayo para recordar a las 51 personas que murieron en el siniestro ferroviario, seguían ayer en el aire, aunque ninguna voz oficial de envergadura había salido a replicarlos.
El dolor de los familiares de las víctimas fue resumido ayer por Zulma Ojeda, quien afirmó que De Vido "ya tendría que estar entre rejas" y recordó que en una carta que le escribió a la primera mandataria en octubre, le pidió que le transmitiera a su ministro que "si lo tuviera frente a frente, le sacaba los ojos".
La mujer, mamá de Carlos Garbuio, de 32 años, muerto aquel 22 de febrero de 2012, cargó contra el ministro de Planificación. "Mi hijo murió desangrado, aplastado como una lata de sardinas, ése es el dolor tan grande que tengo que no me deja dormir. Este hombre, Julio de Vido, a quien llamo ‘asesino’, mató a mi hijo. El puede andar luciéndose con su corbata, con su camisa, pero está almidonado con la sangre de Carlos. Su ropa está manchada de sangre", advirtió, quebrada por el llanto.
Ayer Paolo Menghini, padre del joven Lucas Menghini Rey -hallado muerto en el tren casi dos días después del episodio-, reiteró que los familiares y las víctimas "no necesitamos condolencias" como las enviadas por la Presidenta un día antes. "Eso lo tenemos de muchísima gente, necesitamos del Estado", agregó.
