Jueves 26 de Septiembre de 2013
Llegaron ayer a la capital del país y tienen como misión investigar los ataques con armas químicas e identificar a los responsables.
El convoy de Naciones Unidas en el hotel Four Seasons de Damasco.
Expertos de la ONU regresaron ayer a Damasco para investigar los numerosos ataques con armas químicas en el conflicto sirio, al tiempo que Rusia y los países occidentales negocian una resolución de Naciones Unidas para obligar a Siria a eliminar su arsenal químico. En el terreno, la rebelión, que combate al régimen de Bashar al Asad desde hace más de dos años, se fractura, tras la ruptura de los grupos islamistas con la oposición política y el anuncio de una nueva alianza con un grupo vinculado a Al Qaeda. Esta decisión pone en apuros a las potencias occidentales, que apoyan a la oposición política y armada, actualmente debilitada y desunida frente al régimen sirio.
Dirigido por Aake Sellström, el equipo de expertos llegó a Damasco en un convoy de tres vehículos de la ONU para investigar si se utilizaron armas químicas en catorce ocasiones durante los combates en el país. El objetivo de los inspectores es presentar un informe a finales de octubre. El mes pasado, el equipo de la ONU llegó a la conclusión de que el 21 de agosto se usaron armas químicas a gran escala en las afueras de Damasco, como reportó en un informe presentado el 16 de este mes, sin indicar los responsables. Para Washington, París y Londres, este informe no daba lugar a dudas respecto de la "responsabilidad extremadamente clara" del régimen sirio, mientras que Rusia, aliada de Damasco, reclamaba la vuelta de la misión a Siria para investigar sobre otros ataques presuntamente llevados a cabo por los rebeldes.
El ataque del 21 de agosto condujo a Estados Unidos a amenazar a Damasco con acciones militares, si bien estas fueron pospuestas indefinidamente tras el compromiso del régimen sirio de desmantelar antes de mediados de 2014 su arsenal químico, según un acuerdo negociado el 14 de septiembre entre Moscú y Washington. El régimen ha facilitado el inventario de su arsenal químico a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OIAC), pero las negociaciones continúan para lograr una resolución de Naciones Unidas sobre la aplicación de este acuerdo.
El presidente estadounidense Barack Obama reclamó ayer en la ONU una "resolución fuerte" del Consejo de Seguridad sobre Siria, que incluya la mención de "consecuencias" a las que se expone el régimen de Bashar al Asad si no respeta el compromiso de destruir su arsenal químico.