Viernes 23 de Agosto de 2013
Entre enero y agosto, la moneda local se depreció un 14 por ciento, a sólo cuatro décimas del total de todo 2012. A ese ritmo, en dos meses sería el año cerraría con la mayor devaluación en 10 años.
No hay megadevaluación, pero la corrección del precio del peso es constante.
La devaluación anual del peso argentino durante el 2013 será la más alta de los últimos diez años. El tipo de cambio oficial cerró este jueves a $5,62 y marcó una suba de 14% entre enero y agosto, una cifra a dos centavos de distancia del récord de 14,4% del año pasado.
Desde mayo pasado, el Banco Central de la República Argentina aceleró la tasa de devaluación del peso a un ritmo promedio de 1,8% mensual. De hecho, en julio pasado se registró la mayor suba mensual del tipo de cambio en los últimos cuatro años, cuando la divisa estadounidense se pactó en los bancos a $5,515.
Dos analistas económicos de bancos porteños consultados ratificaron la perspectiva de la devaluación de este año superaría a la del anterior en no más de dos meses, en gran parte por la presión que está ejerciendo la política monetaria de Brasil, el mayor socio comercial de Argentina.
La escala de hoy del peso puso haber sido superior, si es que el BCRA, principal actor cambiario, no hubiera realizado ventas de unos 60 millones de dólares, según estimaciones privadas del mercado. El dato no es alentador para el panorama de reservas: ayer cerraron en U$S 37.048 millones mostrando una baja de 14,4% en lo que va del año.
El real cerró ayer cotizando a R$ 2,44 por dólar y confirmó (la ruptura de la barrera psicológica de 2,4) y su mayor depreciación desde marzo de 2009 . En lo que va del año esta última variable acumula 19,48% (frente al 13,9% de Argentina).
En este último contexto, para los empresarios brasileños, el país se volvería más caro en dólares si no promueve una actualización del tipo de cambio: este escenario presiona potencialmente a los sectores exportadores, principalmente al industrial. Asimismo, la economía local atraviesa un contexto de alta inflación, por lo cual, la evolución del precio del dólar guarda correlación con el nivel de precios minoristas y las expectativas que estos generan.