Miércoles 7 de Agosto de 2013
El diputado tildó a Massa de "gris" y pronosticó que el intendente de Tigre volverá al oficialismo.
Por Fernando Delaiti
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Francisco de Narváez fue el gran ganador de las elecciones legislativas de 2009, cuando al frente de una alianza que conformó con Mauricio Macri y Felipe Solá logró derrotar en la provincia a la lista oficialista que encabezó el propio Néstor Kirchner.
Cuatro años después, la situación es muy distinta: De Narváez tiene un acuerdo con el sindicalista Hugo Moyano, el frente Unidos por la Libertad y el Trabajo, desde el que busca revalidar su banca de diputado nacional. Sus ex socios, en cambio, integran el Frente Renovador que lidera el intendente de Tigre Sergio Massa, cuya irrupción en el escenario electoral desplazó al "Colorado" del lugar de principal opositor, al menos según marcan las encuestas.
¿Qué evaluación hace de este primer tramo de campaña?
-Hay confusión sobre lo que se vota y lo que se elige. Pero en las últimas horas la gente está tomando más conocimiento sobre lo que debe votar el domingo. Ha sido una campaña intensa y la planteamos como siento que la sienten la mayoría de los bonaerenses: el Gobierno pidiendo diez años más y nosotros pidiendo que se cumpla la Constitución, que se cumplan los mandatos en diciembre de 2015. Esta polarización existe y lo que irrumpió sobre el final fue Massa, que yo lo considero un 'gris', una persona que no se define. Y los que no se definen siempre terminan del lado del oficialismo.
¿Qué se juega en esta elección?
-Se elige el 27 de octubre, pero las primarias son importantes. Son un indicador. Para nosotros es muy importante. Hoy uno no puede desacreditar el escenario que ve, que es una polarización entre el Gobierno y Massa. Pero si gana el Gobierno, ¿cuál va a ser la explicación se Massa? Y la nuestra va a ser muy clara, se lo dijimos, había mucha confusión. Y si esa confusión termina ayudando a la Presidenta para que gane su candidato, claramente en octubre el resultado va a ser distinto.
Usted llamó a Massa "la continuidad con correcciones" y habla de una polarización entre él e Insaurralde. ¿Interpreta que la gente no quiere un cambio?
-Si la posición intermedia (por Massa) no vence a Cristina, es claro que al kirchnerismo se le compite sin medias tintas. Veremos el domingo. La gente va a decidir. Pero en octubre se juega la final, y ahí es donde las posiciones van a ser más polarizadas que nunca. Lo que sé es que el oficialismo es implacable a la hora de entrar en procesos electorales. Mire lo que pasa con el gobernador (Daniel Scioli): le nombraron casi hasta la madre durante un año y medio y en el momento electoral están todos en el mismo camino. Entonces cuando uno tiene enfrente este tipo de adversarios, los puntos medios no funcionan. La gente quiere una definición categórica. Y eso es lo que representamos nosotros.
¿Cree que la gente el domingo votará un proyecto o elegirá entre personas?
Es una combinación entre el proyecto y la credibilidad de quien lleva adelante el proyecto. Éste en la política moderna no excluye a la persona. Por eso la campaña que hizo la Presidenta y Scioli superan la figura del candidato oficialista. Entiendo que es una estrategia. Pero lo que confrontan son dos modelos: el que dice diez años más y el que decimos cumplamos con la Constitución, reconozcamos los problemas y decimos cómo resolverlos.
¿Por qué Massa cambió y endureció su discurso en los últimos días?
-Es así, cambió su discurso pero ¿cambió la forma de pensar de dónde venía? Se ha ido dando cuenta que no hay una posición intermedia, y si dice constantemente 'soy opositor, soy opositor', yo diría 'no aclares que oscurece'.
Usted hizo en su momento un acuerdo con Macri, luego con Alfonsín, ahora con Moyano. ¿Estos cambios le jugaron en contra?
-Siempre hemos defendido una posición en la provincia. Y lo que no hemos dejado es que la provincia se use como un escalón para la presidencial. Porque siempre los escalones se pisan, y es hora que la provincia no sea un escalón a la Presidencia sino que sea el destino para recuperar la posición que debe tener para solucionar los problemas. Esta posición la mantengo de 2005.
¿Cómo surgió la versión de que usted podría bajar su candidatura?
-Es un disparate. Vaya a saber quién es el pícaro que está tratando de instalar eso. Se va a frustrar. Ni me preocupé por ver de dónde salió esto.
¿Cómo se imagina luego del domingo y pensando en octubre?
-Con una intensa campaña de 77 días donde vamos a volver a recorrer cada pueblo, cada ciudad de la provincia. Este es un primer paso, es una semifinal, y la final es el 27 de octubre. La segunda etapa de la campaña va a tener más presencia en cada uno de los distritos. La gente quiere vernos a los ojos y llevar la convicción que o los paramos ahora o se quedan diez años.
