Viernes 2 de Agosto de 2013
Rajoy compareció en Diputados y rechazó renunciar o convocar a elecciones por el escándalo de corrupción que sacude al PP.
Mariano Rajoy negó ayer en el Parlamento español las acusaciones de financiación ilegal en su Partido Popular (PP) y rechazó tajantemente la dimisión como jefe del Ejecutivo que le exigió la oposición en un bronco y esperado pleno extraordinario sobre el escándalo que sacude a su formación. "Ni voy a dimitir ni voy a convocar elecciones legislativas, que quede muy claro", aseguró Rajoy. "No me voy a declarar culpable porque no lo soy, porque no tengo ninguna constancia de que mi partido se haya financiado ilegalmente".
Rajoy y el PP están en el centro del escándalo desde que la prensa publicó en enero la supuesta contabilidad en la sombra que el extesorero de la formación Luis Bárcenas llevó de forma manuscrita durante dos décadas. Bárcenas, en prisión preventiva en el marco del "caso Gürtel", una de las mayores tramas de corrupción en la historia de España, admitió el 15 de julio ante el juez la presunta financiación ilegal de la formación conservadora durante dos décadas y el pago de sobresueldos en negro a miembros de su cúpula. Entre ellos al propio Rajoy, antes de su llegada al gobierno de España con mayoría absoluta parlamentaria, en diciembre de 2011.
"En el Partido Popular ni se ha llevado una doble contabilidad ni se oculta ningún delito", aseguró Rajoy, que solo admitió una cosa: el error al confiar en el ex tesorero, cuyo nombre pronunció ayer por primera vez, tras meses evitándolo. "Me equivoqué. Señorías, lo lamento, pero fue así, me equivoqué al mantener la confianza en alguien que ahora sabemos que no la merecía", dijo, refiriéndose al apoyo que dio al ex tesorero cuando este fue imputado en 2009 en el "caso Gürtel".
Esa confianza se quebró, dijo, cuando llegó la confirmación de la existencia de cuentas de Bárcenas en Suiza, en las que la Justicia española averiguó que llegó a acumular más de 48 millones de euros sin declarar al fisco español. "Cometí el error de creer a un falso inocente, pero no el delito de encubrir a un falso culpable", aseguró en una comparecencia que no por esperada satisfizo a la oposición. Esta lo acusó de mentir y le exigió su dimisión por el bien de España.
Rajoy se presentó como víctima de una conspiración de Bárcenas avalada por la oposición. "A mí lo que se me pide es que me declare culpable. No se me piden explicaciones. Tienen ustedes su versión y por eso la mía ya no vale. Y yo no me voy a declarar culpable porque no lo soy", aseguró.
El presidente se negó durante meses a dar explicaciones sobre este caso. Y ayer compareció ante los diputados en medio de una fuerte presión política, mediática y social y cuando las encuestas muestran una caída electoral del PP en medio del escándalo y que una mayoría de españoles da más credibilidad a Bárcenas que a Rajoy.
