Lunes 29 de Abril de 2013
El hombre fue atacado a pocas cuadras de su casa por cuatro delincuentes que le robaron el arma reglamentaria, el auto y luego lo balearon. La Presidenta prometió a la familia investigar el hecho.
Un cabo de la Policía Federal fue asesinado ayer de cuatro balazos al ser asaltado por cuatro delincuentes que le robaron el arma reglamentaria y el auto en la localidad bonaerense de Villa Luzuriaga, partido de La Matanza, un hecho que preocupó a la presidenta Cristina Fernández, quien pidió investigar una supuesta "zona liberada".
Fuentes policiales informaron que el hecho ocurrió a las 5.20 de ayer en la esquina de Lartigau y Rivera Indarte, cuando el suboficial Jorge Córdoba, de 37 años, iba en su automóvil Fiat Punto hacia su puesto de trabajo en la División Detección y Adiestramiento de la Superintendencia de Bomberos de la Policía Federal. El cabo, que vivía a pocas cuadras de donde ocurrió el episodio, fue interceptado por un coche Volkswagen Senda color negro tripulado por cuatro sujetos, tres de los cuales se acercaron a él y a punta de pistola lo obligaron a bajar del rodado.
Los voceros explicaron que la víctima, quien estaba vestida de civil, bajó del vehículo y les entregó sus pertenencias a los asaltantes, entre las cuales estaba su pistola calibre 9 milímetros de la Policía y su credencial de la fuerza. De acuerdo a las mismas fuentes, el cabo no se habría resistido al robo, a pesar de lo cual fue herido por los ladrones de cuatro balazos que le impactaron en la zona abdominal, en el pecho, en un brazo y un hombro.
Tras el ataque los delincuentes escaparon en el auto de la víctima, acompañados por el cuarto cómplice que había quedado en el coche con el cual habían llegado al lugar. Por su parte, Córdoba fue asistido por un grupo de vecinos que salió a la calle alertado por los disparos, hasta que finalmente, casi media hora después, fue auxiliado por los médicos de una ambulancia, señalaron las fuentes.
El policía, padre de un hijo de 16 años y otro de tres meses, fue trasladado al hospital Paroissien, donde a poco de ingresar falleció por las heridas que sufrió en el pecho y en el abdomen.
