Jueves 1 de Agosto de 2013
La víctima es José Gerardo Barbosa, de 40 años. El hecho ocurrió en Lima y por el homicidio fue detenida una concuñada del fallecido, de 27. El hijo de Barbosa resultó ileso.
Un gendarme fue hallado calcinado en su casa incendiada de la ciudad bonaerense de Lima, partido de Zárate, y si bien en un principio se pensó en una muerte accidental, la autopsia reveló que había sido asesinado de doce puñaladas y por el crimen fue detenida su concuñada. Fuentes informaron que la víctima fue identificada como el segundo comandante José Gerardo Barbosa, de 40 años, que prestaba servicio en la Escuela Superior de Gendarmería en Capital Federal, y el crimen ocurrió el martes en su vivienda de la calle 13, número 891, de Lima. Por el asesinato fue detenida la noche del martes su concuñada, identificada como Mabel de Luján Díaz, de 27, y según la Policía, el móvil del crimen podría estar vinculado a una cuestión sentimental entre ambos.
Todo comenzó a las 11.30 del martes cuando los bomberos de Zárate y efectivos de la Comisaría 2ª con asiento en Lima llegaron a la casa por un incendio. En la vivienda había un niño de 4 años que, según las fuentes, fue rescatado y no sufrió ningún tipo de herida por el incendio. Los bomberos apagaron el fuego y encontraron el cadáver calcinado de Barbosa, boca abajo, sobre el colchón también consumido por el fuego de la cama y sin ropas.
La mujer de la víctima comentó que ella salió a la mañana de la casa mientras su marido hacía reparaciones en la instalación eléctrica, por lo que los bomberos le dijeron en principio al fiscal de la causa que el incendio podría haberse provocado por un cortocircuito.
Sin embargo, todo cambió en horas de la tarde cuando los forenses de la Policía Científica hicieron la autopsia y le informaron al fiscal Martín Zocca que la víctima había sido asesinada de al menos doce puñaladas. Fuentes indicaron que, según los forenses, la causal de muerte fueron dos puntazos que le perforaron el corazón y un pulmón, y que el cuerpo fue calcinado posmortem. También informaron que la víctima tenía una lesión perforante en una pierna que podía ser compatible con un disparo de arma de fuego, pero luego esto se descartó.
Con estos datos, el fiscal convocó a detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) y ordenó una nueva inspección ocular en la casa del incendio. Allí los peritos encontraron restos de sangre en un picaporte, en una pared del cuarto donde yacía la víctima y en una tabla de planchar. Tras una serie de averiguaciones, los detectives identificaron como sospechosa a Díaz, la concuñada de Barbosa.
Díaz, quien está en pareja con otro gendarme que es cuñado de la víctima, presentaba lesiones cortantes en el muslo derecho y el dedo meñique de la mano derecha. Si bien la mujer decía que había sufrido un accidente con su moto, el vehículo -un ciclomotor marca Gilera- fue revisado y no tenía a simple vista daños compatibles con el supuesto siniestro. El fiscal ordenó un allanamiento en la casa de la sospechosa, donde se secuestraron dos pantalones y otras ropas de mujer, algunas con manchas de sangre, y del tacho del baño un algodón ensangrentado, todo para ser peritado.
"Creemos que Díaz mantenía algún tipo de relación con el segundo comandante Barbosa, que tuvieron algún tipo de pelea que terminó en el crimen y que la mujer luego originó el incendio para borrar evidencias e intentar tapar el homicidio", dijo un jefe policial.
