Jueves 27 de Junio de 2013
La manifestación, la más violenta de las que hubo en el contexto de la Copa Confederaciones, terminó con al menos 26 detenidos, incendios y saqueos y al menos un herido grave.
La protesta realizada en las cercanías del estadio Mineirão, en Belo Horizonte, donde Brasil venció a Uruguay por 2-1 en la Copa Confederaciones, terminó con al menos 26 personas detenidas, un herido grave e incendios y destrozos en decenas de locales comerciales.
El herido grave es un joven de 21 años, quien cayó desde lo alto de un viaducto mientras participaba de la manifestación, y sufrió pérdida de masa encefálica. Su estado es considerado "gravísimo".
Informaciones extraoficiales indican que además de ese joven, otras 24 personas habrían sufrido heridas de distinta gravedad, entre ellas otros dos jóvenes que también estarían en estado delicado.
Asimismo, al menos dos concesionarias de automóviles fueron incendiadas por vándalos, y decenas de locales comerciales fueron parcialmente destrozados.
También hay registros de que autobuses, placas señalizadoras de tránsito, basureros y varios otros tipos de objetos fueron destruidos.
Según informó el portal del diario O Estado de São Paulo, los disturbios estuvieron a cargo de un grupo de cerca de 1.000 manifestantes que se separaron en determinado momento del grueso de la marcha, de la que se calcula participaron unas 50.000 personas.
La protesta en las proximidades de la arena mundialista se enmarca en la serie de masivas movilizaciones que se vienen realizando en todo Brasil desde hace al menos dos semanas.
Corridas y bombas molotov
Los primeros disturbios comenzaron cuando algunos manifestantes intentaron derribar las rejas que fueron colocadas como barrera de protección en los alrededores del estadio, a lo que la Policía respondió con bombas de gas lacrimógeno y balas de goma.
La manifestación se dispersó a raíz de la reacción policial, generando corridas en las calles cercanas al estadio que se prolongaron por más de media hora.
Después de ese episodio, la protesta se tornó más violenta cuando algunos grupos aislados, cuyos integrantes llevaban los rostros cubiertos, comenzaron a arrojar bombas molotov contra efectivos policiales y locales comerciales.
Medios de prensa dan cuenta de que al menos 26 personas fueron detenidas por portar materiales para causar destrozos y por daños al patrimonio público.
Se trata de la primera manifestación realizada en la capital de Minas Gerais de la que participan sindicatos y organizaciones civiles, como el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), el Movimiento de los Afectados por las Inundaciones, entre otras.
Los disturbios no sorprendieron a las fuerzas de seguridad que actuaron en la ciudad de unos 2,4 millones de habitantes, las cuales estaban preparadas para "enfrentamientos contundentes", según había advertido la Policía.
Ante el aviso, la ciudad amaneció hoy con poca gente en las calles, comercios y bancos cerrados -en muchos casos protegidos por cercas- y ocupada por policías, bomberos y agentes la Fuerza Nacional de Seguridad, que recorrían la ciudad a bordo de camiones.
