Sábado 20 de Abril de 2013
Así lo afirmó Eugenio Bruno, abogado del estudio Garrido y asesor legal de bancos de inversión y tenedores de bonos canjeados y holdouts no litigantes. Expertos pronostican un "final abierto".
El juez Griesa falló en primera instancia a favor de los holdouts.
El rechazo de los bonistas que litigan contra Argentina a la oferta para cancelar 1.330 millones de dólares abrió ahora un compás de espera y la expectativa sobre cómo fallará la Cámara de Apelaciones de Nueva York, cuya decisión se conocería en los próximos 45 días y es de "final abierto", opinaron ayer expertos.
El Gobierno había ofertado a fines de marzo un bono Par a 25 años de plazo, con amortización íntegra en 2038, y con tasas de interés de 2,35 a 5,25 por ciento, y un bono de Discount, con vencimiento en 2033 y con tasa de interés de 8,25 por ciento.
El viernes a la noche, tres días antes del plazo del que disponían, los acreedores, que tenían un fallo favorable por parte del juez de primera instancia Thomas Griesa para que el país pague de una sola vez y en efectivo 1.330 millones de dólares, declinaron la propuesta.
"Ambas partes ratificaron sus posturas y entonces el panel (por la Cámara) no tiene hechos nuevos que los hubieran obligado a estudiarlos. Si no se piden nuevas presentaciones, que sería lo lógico, ya que se está en la misma situación que hace dos meses, el fallo podría conocerse en 45 días", consideró Eugenio Bruno, abogado del estudio Garrido y asesor legal de bancos de inversión y tenedores de bonos canjeados y holdouts no litigantes.
El experto señaló que los magistrados de la Cámara "deben ahora escribir y consensuar internamente (la decisión) y ello lleva tiempo porque tiene que ser un fallo bien fundamentado".
Sobre la decisión de los bonistas, consideró que "mantienen una postura radicalizada que es de imposible cumplimiento, ya que la Argentina no dispone de los fondos para afrontar sentencias por hasta 20 mil millones que sería el monto de la deuda en default". "Es una estrategia que no conduce a obtener resultados concretos, sino a poner en riesgo al país de un nuevo default y cobrar los derivados que quizás tienen comprados", deslizó.
Por su parte, Miguel Kiguel, exsecretario de Finanzas, consideró vía Twitter que "el rechazo era esperable. La duda es por qué tardaron tanto en responder. Los inversores están desorientados, esto tiene final abierto".
La decisión de los bonistas de rechazar la oferta coincidió con la Asamblea Anual del FMI en Washington, con la presencia del ministro de Economía, Hernán Lorenzino, y el secretario de Finanzas, Adrián Cosentino.