Sábado 27 de Abril de 2013
La cantante argentina Maria Amelia Baltar, musa de Piazzolla, rompe con la imagen de tanguera tradicional con la presentación de "El nuevo rumbo" en La Trastienda.
La cantante Amelita Baltar expuso un gesto de audacia: con un nombre ya ganado, a los 72 años, presentó la noche del 25 en La Trastienda "El nuevo rumbo", el álbum con el que apostó a una sonoridad moderna, cargada de guiños al rock y el jazz, y a distancia de la estética tanguera tradicional.
Esa dirección, apuntalada por Sebastián Barbui -su juvenil aliado musical- la encontró rodeándose de instrumentistas formados en lenguajes bien diferentes al tango que la consagró.
Consumó esa apuesta discográfica junto con Fito Páez, Pedro Aznar, Luis Alberto Spinetta, Fernando Ruiz Díaz, Luis Salinas, Leopoldo Federico, Hernán Jacinto, Raúl Carnota, Flaco Bustos, Pablo Mainetti, entre tantos músicos, algunos presentes en La Trastienda.
Acaso como un gesto más de distanciamiento al tango, Baltar eligió para la presentación el escenario de La Trastienda, que se nutre de otras vertientes musicales.
Ese paso resultó desacertado. Ni la acústica del lugar ni el murmullo de su circuito gastronómico contribuyeron al clima que, sin embargo, Baltar igual impuso a puro oficio, pero que bien pudo ser apuntalado por un espacio más natural.
No hubo -la sala no tiene- un piano acústico, indispensable para, si se lo quiere indicar con ejemplos, acompañar la musicalidad de "Gricel" -donde el piano manda y los demás instrumentos juegan un rol incidental- o para sostener -en versión a cuatro manos de Aldo Saralegui y Martín Robbio- los recitados inmortales de "Balada para un loco".
Baltar hizo lo suyo, que bien conoce. Hubo lugar, claro, para el repertorio piazzolleano con "Preludio para el año 3001" y "Los pájaros perdidos", entre más, y los estandartes de esta etapa de Baltar: "El nuevo rumbor" y "Sería fácil decir", de autoría conjunta entre la cantante y Barbui.
En el segmento de los invitados, la potencia la aportó Fernando Ruiz Díaz (Catupecu Machu) para sumar su voz a la "Milonga de la anunciación", pieza de "María de Buenos Aires", controvertida obra que Astor Piazzolla escribió en 1968 y la llamó operita y que, en rigor, asume la estructura de un oratorio.
Quizá el momento más intenso llegó de la mano de Rául Carnota, que, guitarra en mano, acompañó a Baltar en ese hermoso valsecito peruano llamado "La rosa perenne" y que persigue los ecos de la enorme Chabuca Granda.
El final, con poderío rockero, se cristalizó con la esperada "Balada para un loco" y la consecuente aclamación
Sobre el disco presentado contiene nuevas versiones de la obra de Astor Piazzolla y Horacio Ferrer, clásicos del tango y folklore (género en el que Amelita se inició antes de conocer a Piazzolla). También hay tres nuevos temas con poesía de Baltar y música de Barbui: Sería Fácil decir, Viaje sin luna y El nuevo rumbo. Con la participación especial de Fito Páez, Pedro Aznar, Luis Alberto Spinetta, Fernando Ruiz Díaz, Luis Salinas, Leopoldo Federico, Analía y Paz Lenchantin, Hernán Jacinto, Raúl Carnota, Flaco Bustos, Pablo Mainetti y Leo Genovese, entre otros.