Viernes 21 de Diciembre de 2018
Los restos del reptil marino gigante que vivió hace 65 millones años fueron encontrados a orillas del Lago Argentino. El fósil fue extraído y preparado por investigadores y técnicos del CONICET.
El Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACN, CONICET) presentó el esqueleto de un plesiosaurio gigante del Cretácico superior hallado en la ciudad de El Calafate en la provincia de Santa Cruz.
El espécimen de plesiosaurio, extraído a fines de 2009 a orillas del Lago Argentino por investigadores y técnicos del MACN, es uno de los esqueletos mejor conocidos de este reptil marino gigante, el más completo encontrado en Argentina y quedará en exhibición en la sala de paleontología del Museo en dos formatos: en la posición en que fueron hallados sus restos fosilizados y reconstruido tal como era en vida. Otra reconstrucción del fósil quedará en exposición en El Museo Padre Molina de Río Gallegos en Santa Cruz.
El hallazgo había sido realizado algunos años antes en terrenos pertenecientes a Gerardo Povazsán –quien colaboró con las tareas de extracción- por vecinos que paseaban por la costa del Lago Argentino.
Este reptil marino, que habitó los mares de todo el mundo, poseía aletas largas y angostas que les permitían moverse con rapidez en el medio acuático, tenía un cuerpo corto y rechoncho, cuello largo, cabeza pequeña, dientes afilados, con los que seguramente capturaban peces, y una cola que utilizaban como timón.
La presentación estuvo a cargo del investigador principal del Consejo y jefe del Departamento de Anatomía Comparada del MACN, Fernando Novas, responsable científico del equipo de especialistas que realizó las excavaciones y la reconstrucción del esqueleto, y de Marcelo Isasi, profesional principal del CONICET, quien apoyado por fotografías hizo un relato del proceso de extracción y posterior preparación fósil, tarea que demandó casi una década y que implicó sortear no pocos inconvenientes.
La tarea de extraer los restos del espécimen localizado chocó con la dificultad de que estos se encontraban sumergidos varios centímetros bajo el lago, por lo que los paleontólogos tuvieron primero que construir una empalizada y desagotar el agua para luego poder hacer las excavaciones que les permitieron hacerse de los huesos del reptil contenidos en 9 bloques de roca.
Una vez en el MACN, los técnicos especializados comenzaron con la delicada e intensa tarea de preparar y luego montar un esqueleto que además de tener un gran tamaño era frágil y se encontraba cubierto por duras rocas.
El trabajo de estudio del nuevo plesiosaurio santacruceño y sus implicancias filogenéticas y paleobiogeográficas es actualmente el tema tesis de Julia D’Angelo, becaria doctoral del CONICET, quien desempeña sus tareas en laboratorio dirigido por Fernando Novas que es además su coodirector.
Fuente: CONICET