Lunes 31 de Agosto de 2015
Se trata de un grupo de entre 10 y 15 reclusos que aprendieron cultivar plantas medicinales en la huerta, y comenzaron a elaboran preparados herbarios como lociones, cremas para la piel, piojicidas, jabones artesanales, cremas para evitar la dermatitis, que luego se venden en Esquel o son donadas a médicos rurales.