Lunes 23 de Septiembre de 2013
El Papa puso dignidad y trabajo en el mismo plano en un emotivo mensaje en Cagliari, la capital sarda, y castigó duramente al sistema económico capitalista que tiene por eje al dinero como ídolo.
El papa Francisco lanzó una denuncia del actual sistema económico que tiene como elemento central el dinero y aseguró que sin trabajo no hay dignidad para las personas. El Pontífice viajó a la isla de italiana Cerdeña y en su capital, Cagliari, pronunció un emotivo discurso ante en el que puso dignidad y trabajo en el mismo plano.
"Perdonándome por estas palabras duras, pero donde no hay trabajo, falta la dignidad", exclamó Jorge Bergoglio, antes de añadir que "es difícil tener dignidad sin trabajar. El trabajo es dignidad, llevar el pan a casa y amar". En este contexto, el Papa denunció el sistema económico capitalista globalizado que, a su juicio, ha llevado al mundo a esta situación.
"Vivimos las consecuencia de una decisión mundial, de un sistema económico que lleva a esta tragedia. Un sistema económico que tiene al centro un ídolo que se llama dinero", clamó.
Una de las consecuencias es que "dos generaciones de jóvenes no tienen trabajo y así el mundo no tiene futuro".
A los afectados por la crisis Francisco les aseguró que va a hacer todo lo posible para que sus palabras no se queden sólo en "la sonrisa de un funcionario de la Iglesia que viene aquí y da ánimos".
En tanto, a los miles de personas que copaban el paseo marítimo de Cagliari, el papa les contó la historia de su familia y de cómo su padre fue un italiano que ante la crisis decidió viajar a Argentina para "hacer la América" y que "sufrió la terrible crisis de los años '30 y perdió todo".
Francisco terminó sus palabras con una oración en la que pidió a Dios, "a quien no le faltó nunca trabajo y era feliz", que ayude a las personas ante "los ídolos que nos quieren robar la dignidad y los sistemas injustos que nos quieren robar la esperanza".
También durante la homilía de la misa ante el Santuario de Nuestra Señora de Bonaria (que se traduce como Buen Aire, con una importante ligazón con Argentina) Jorge Mario Bergoglio pidió el esfuerzo y la colaboración de todas las instituciones para asegurar el derecho al trabajo.
