Sábado 16 de Febrero de 2013
La reunión Cobos-Scioli: ¿provocación o picardía? Los intendentes peronistas y un debate por "el incendio"
Aunque la reunión secreta entre Daniel Scioli y Julio Cobos (tan inesperadamente revelada por uno de sus participantes) tendió a acaparar las intervenciones políticas más relevantes de la semana bonaerense, se trató de un episodio en línea con la tendencia a la fractura expuesta en el oficialismo que aún nadie parece querer (o poder) revertir: mientras tanto, en otros encuentros, menos difundidos y con más participantes, contienen claves acaso más relevantes sobre las discusiones que hoy agitan al ancho y determinante mundo peronista bonaerense.
Aunque ningún kirchnerista de ley lo recibiría en su casa, la decisión de Scioli de cenar con Cobos no rompe ningún libreto: se trata del mismo dirigente que se entrevistó –y permitió que eso se difunda- con otros anti oficialistas (de siempre o conversos) de la talla de Mauricio Macri, Roberto Lavagna y Hugo Moyano. El bonaerense siempre fue eso, un integrante condicional, con ADN heterodoxo, de la galaxia K, que hace del diálogo "con todos" una suerte de marca de identidad, de elemento "diferenciador" destinado a irritar, de paso, a la Casa Rosada.
Acaso el ex vicepresidente agregue un plus de irritabilidad para la Casa Rosada, porque se trata del "traidor número 1" desde el famoso voto no positivo de 2008, en plena pelea con la patronal agropecuaria. Y dé pasto para alguna especulación extra, porque Cobos siempre sostuvo, al interior de la UCR, la necesidad de acuerdos amplios, que superen los límites partidarios, para enfrentar al oficialismo.
Por eso, más que el encuentro, llamó la atención en todo caso que Scioli lo haya dejado correr sin cruzarlo en persona. Y la forma en que se difundió: cortesía exclusiva de Cobos, si hay que creerle al entorno de Scioli, desde donde insistieron en llamar la atención sobre un clásico de la operación política: la "filtración" a un sitio de noticias, que es como se originó todo, que para colmo tiene su sede en… Mendoza. Agregan que Scioli no tomó ninguna decisión de ruptura y que todo el episodio, en momentos en que pide auxilio a Nación para afrontar aumentos de sueldos, va en contra de sus propios intereses.
Como fuere, el episodio sirvió de vehículo para que el kirchnerismo prolongara sus críticas al gobernador, lo que confirma que las tensiones allí están lejos de resolverse.
Otro episodio, de hecho, lo confirma: el encuentro de intendentes de la primera y segunda sección electoral, que cenaron en La Matanza el jueves, bajo el paraguas del Grupo Gestar, el mismo que organizó el encuentro de principios de enero en Santa Teresita durante el cual el vicepresidente Amado Boudou tildó de "cobardía política" el pedido de fondos de Scioli .
En ese encuentro, el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, el intendente anfitrión, Fernando Espinoza y su par de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, cargaron duro contra el gobernador. No se trata de cualquier crítica: los tres tienen interlocución privilegiada con Olivos y son mencionados como parte posible del dispositivo electoral K: el legislador a nivel partidario, los alcaldes -que gobiernan los distritos más populosas de la populosa tercera sección- para las listas legislativas.
Pero, contra lo que cabría suponer a partir de la ausencia de sciolistas (y de massistas), no hubo unanimidad: Alberto Descalzo, de Ituzaingó, encabezó una suerte de defensa del Gobernador, basada en la conveniencia propia, eso sí. "No podemos permitir que la pelea lleve al incendio de la provincia, porque estamos en el arranque de la campaña electoral, alguien cree que eso no nos va a afectar", fue, palabras más o menos, el argumento que ensayó. Hubo debate, claro. Y ninguna conclusión. Pero lo del incendio quedó flotando en el aire. Acaso las paritarias docentes, que hoy entran en su semana clave, comiencen a dar alguna pista sobre eso.