Jueves 18 de Abril de 2013
Pese a las críticas opositoras, el oficialismo aprobó las iniciativas referidas al acceso democrático al Poder Judicial, a la publicidad de las causas y a la publicación de declaraciones juradas.
Diputados dio anoche media sanción a tres proyectos que integran el paquete de leyes para "democratizar" a la Justicia, referidos al acceso democrático a ese poder, a la publicidad de las causas judiciales y a la publicación en Internet de declaraciones juradas de funcionarios públicos.
La primera de las iniciativas tuvo el respaldo de 133 votos afirmativos y 109 negativos; la segunda, 136 a favor y 106 en contra, y la tercera, 140 adhesiones contra 101 rechazos.
La primera de las iniciativas tuvo el respaldo de 133 votos afirmativos y 109 negativos; la segunda, 136 a favor y 106 en contra, y la tercera, 140 adhesiones contra 101 rechazos.
El debate tuvo un nuevo capítulo de confrontación entre oficialismo y oposición, en el que el kirchnerismo volvió a insistir en que las iniciativas del gobierno apuntan a "democratizar la Justicia" y las fuerzas opositoras respondieron que el objetivo real es "controlar el Poder Judicial, recortar poder a la Corte Suprema y reasegurar la impunidad".
La presidenta de la comisión de Asuntos Constitucionales, la ultra-kirchnerista Diana Conti, informó, al inicio de la sesión especial pedida por el oficialismo, los tres proyectos de la reforma remitidos a Diputados: el ingreso de empleados al Poder Judicial, publicidad vía Internet de las declaraciones juradas de funcionarios públicos y divulgación digital de las causas judiciales. Al respecto, afirmó que la reforma provocará "una democratización que asegure la vitalidad por siempre y para siempre de la libertad de todos los argentinos" e indicó que los proyectos "no deben verse como un simple maquillaje". Vinculó la propuesta del Ejecutivo a "un marco global" en el que se deben contabilizar la unificación de los Códigos Civil y Comercial, de los códigos procesales, la redacción de un nuevo Código Penal, durante la sesión en la que el oficialismo consiguió un quórum de 132 legisladores con ayuda de sus aliados de Nuevo Encuentro, Frente Cívico por Santiago, Movimiento Popular Neuquino, PJ La Pampa y otras expresiones minoritarias. Si bien desde la oposición hubo cuestionamientos puntuales a los tres proyectos -como reclamos de que el nuevo régimen de ingreso de personal se extendiera al Poder Ejecutivo y al Legislativo, críticas a los formularios de las declaraciones juradas por requerir menos información de la que en la actualidad deben suministrar los legisladores y a la celeridad con que se trataron las iniciativas-; los principales dardos fueron contra las leyes tratadas en el Senado que completan el paquete.
Se habló de "inconstitucionalidad", se atacó la selección por voto popular de los integrantes del Consejo de la Magistratura, se consideró innecesario la creación de tres nuevas cámaras de casación y la reglamentación las medidas cautelares; y hasta se intentó vincular la reforma a la búsqueda de "impunidad" y con la denuncia periodística que involucra al empresario Lázaro Báez y sus lazos con el Gobierno.
Al cierre del debate, el titular del bloque de la Coalición Cívica, Alfonso Prat Gay, estimó que la reforma es "una vendetta contra los jueces" y significa "la colonización de la Justicia" por parte del Gobierno, mientras el macrista Federico Pinedo cargó contra "la lógica autoritaria amigo-enemigo" del oficialismo. Antes, su colega de Libres del Sur Victoria Donda reclamó que el Gobierno "ponga a Lázaro Báez a disposición de la Justicia" y dijo que recién confiará en las intenciones de "democratización y transparencia judicial" planteadas por el kirchnerismo cuando el Senado deje de estar presidido "por un funcionario público sospechado de ser un corrupto", en alusión a Amado Boudou.
