Jueves 5 de Septiembre de 2013
Jorge Torres está detenido por estupro, secuestro y abuso sexual de una joven que ahora tiene 18 años. Los vecinos enfurecidos quemaron su casa.
Un pastor de los Testigos de Jehová quedó ayer con prisión preventiva acusado de haber abusado sexualmente de una adolescente a la que mantuvo cautiva durante un año y medio en su casa de la ciudad bonaerense de Tapalqué, informaron fuentes judiciales.
Según los investigadores, la chica denunció que durante su secuestro fue reducida a la servidumbre, golpeada, cortada con un elemento filoso y obligada a tener relaciones sexuales con desconocidos y prácticas zoofílicas, entre otros abusos.
Fuentes judiciales informaron que la jueza de Garantías 1 de Azul, Mariana Iriani, resolvió ayer por la tarde dictarle la prisión preventiva al acusado Jorge Antonio Torres, quien está detenido desde el 2 de agosto pasado.
Los voceros precisaron que la magistrada hizo lugar al requerimiento presentado el viernes pasado por el fiscal Javier Barda e imputó a Torres los delitos de "estupro agravado por ser un representante religioso, secuestro coactivo en concurso ideal con reducción a la servidumbre, abuso sexual agravado por ser conviviente y desobediencia".
La cautiva
De acuerdo a la investigación, Torres está imputado de haber mantenido cautiva a una adolescente de 18 años desde diciembre de 2011 hasta el 17 de julio pasado, cuando la chica escapó de una fábrica de chacinados -propiedad del sospechoso- en Tapalqué, en el centro de la provincia de Buenos Aires.
Según las fuentes, Torres conoció a la chica y a su familia en 2008, cuando junto a su esposa fueron a comprar la miel que vendían y captó su atención como líder de la congregación de los Testigos de Jehová de Tapalqué y la vecina Azul.
Un investigador contó que la joven pasaba por un mal momento por la separación de sus padres y comenzó a participar de las actividades religiosas, durante las cuales el pastor ganó su confianza y comenzó a pasar mucho tiempo con él.
Sobre este aspecto, el secretario de la Fiscalía General de Azul, Sergio Hernández, dijo ayer a la prensa que Torres "tenía un poder de dominación sobre ella, tenía categoría de `anciano´ dentro de la congregación y le debían respeto y obediencia".
Cuando la adolescente tenía 14 años, según ella misma denunció ante la Justicia, se produjo el primer abuso sexual, en momentos en que Torres la pasó a buscar con su camioneta y "se aprovechó del respeto e importancia que generaba su posición en el credo", indicó el funcionario.
"Infierno"
Según relató la chica en su denuncia, a partir de diciembre de 2011, Torres se separó de su mujer, se fue a convivir con él y comenzó "un infierno".
La denunciante, además de no poder ver a su familia, ir al colegio y ser forzada a limpiar la casa, comenzó a ser abusada sexualmente a diario, golpeada, trasladaba hasta Azul para tener sexo con extraños y obligada a mantener prácticas zoofílicas con los dos perros de la vivienda.
Hernández recordó que cada vez que Torres salía la dejaba encerrada. Para huir, la chica aprovechó cuando Torres la llevó a limpiar a su fábrica de chacinados en momentos en que no se encontraba ningún empleado.
En un descuido de su captor, la adolescente corrió a la calle para pedir ayuda y, pese a que Torres descubrió su escape, la alcanzó y comenzó a golpearla, vecinos que observaban la situación pidieron ayuda y la Policía la rescató.