Lunes 22 de Julio de 2013
El espectáculo se presenta en el lujoso palacio porteño, en dos escenarios, donde los presentes disfrutan de una cena mientras magos, equilibristas, cantantes, contorsionista y una orquesta muestran su arte y destrezas.
Veinticinco artistas procedentes de diferentes lugares del mundo conforman la troupe de "Graf Story", un espectáculo circense que impacta con números de acrobacia, musicales, magia y humor durante más de tres horas e incluye una cena de lujo en los salones del exclusivo palacio Tattersal del barrio porteño de Palermo. El prestigioso espectáculo puede verse de martes a domingo, de 20 a 23.30, y si bien los precios de las entradas no son populares - parten de los 650 pesos - vale la pena atesorar en la memoria el recuerdo de un show tan especial como este.
Una historia de amor entre un caballero muy particular, el ilusionista Evgeniy Voronin, quien durante esta lujosa cena show -entre trucos y una fluida interacción entre los artistas y los asistentes- se debate el corazón de dos damas, conforma el eje temático.
Las excelentes Svetlana Perekhodova -una contorsionista rusa que encarna a una muñeca, con la agilidad de una marioneta viviente y Melanie Stace, una cantante inglesa de fuerte presencia escénica, son las damas aspirantes a quedarse con el mago nacido en Ucrania.
Dos escenarios permiten que transcurra el relato, con marcado acento en el despliegue visual: uno de ellos, el más tradicional situado al fondo del amplio salón es el marco para el lucimiento de los músicos de la Orquesta Sarrasani, dirigida por Marek Kubisiak, quienes ejecutan temas jazzeros, románticos y canciones de films, con cuidado y buena definición sonora.
El otro proscenio, está ubicado en el medio del predio, rodeado por las mesas de los asistentes/comensales y especialmente dispuesto a fin de que los artistas ejecuten allí cada una de sus variadas performances, que hasta incluyen un homenaje al tango.
De este modo, el público tiene la posibilidad de asombrarse, de disfrutar de cerca de las destrezas corporales de los miembros de la troupe y transformarse en privilegiados voyeurs, atentos a ver si pueden descubrir los posibles trucos de los miembros del staff.
Las pruebas de equilibrio, las paradas de mano realizadas por Oleg Izossimov - un artista que trabajó en el circo de Moscú - conforman las escenas más ovacionadas, junto a los sensuales números de baile acrobático a cargo del dúo Maintenant, una pareja de jóvenes dotada de una gran plasticidad.
Las acrobacias en el aire de Elena Gatilova, invitada del Cirque du Soleil, aportan una sutil belleza a este show que impacta por su puesta escenográfica y de luces, pero a veces hace añorar los pequeños detalles, la simpleza de la estética circense de antaño.
La historia del Sarrasani
El circo germano Sarrasani, creado hace más de un siglo, visitó varias veces el país y Juan Domingo Perón lo declaró Circo Nacional Argentino, aunque sus funciones finalizaron en 1972, para regresar al Tatersall con "Graf Story", de la mano de Jorge Bernstein, dueño del edificio.
El circo fue fundado en 1901 por Hans Stosch, un clown y domador quien adoptó el nombre artístico ‘Sarrasani’, una versión -a la italiana- del título de la novela "Sarrasine", escrita por el autor galo Honorato de Balzac.
Bernstein le compró los derechos mundiales del circo a su última directora y nuera del mítico fundador, la bailarina alemana Gertrude Stosch-Sarrasani, quien falleció en la localidad bonaerense de San Clemente en 2009, para que el circo volviera a deslumbrar.
La convivencia y el aporte de las troupes de artistas de distintas nacionalidades y las innovaciones técnicas son dos cualidades que distinguieron desde siempre al Sarrasani, mencionado en los versos de Raúl González Tuñón o de Enrique Santos Discépolo.
