Lunes 26 de Agosto de 2013
El director de orquesta indio regaló su arte a los miles que se acercaron al sur porteño para disfrutar de su presentación junto a la Filarmónica de Israel.
Con pasajes de obras clásicas de trascendencia popular y un tango de Gardel entre los bises, el director de orquesta indio Zubin Mehta conmovió a 10 mil espectadores en el concierto gratuito que ofreció, al frente de la Filarmónica de Israel, en Puente Alsina, en el sur porteño.
El escenario callejero de Puente Alsina, montado sobre la avenida Sáenz, cobró un inusual movimiento para una zona que, distante del circuito turístico, se convirtió en un centro para los extranjeros visitantes del Festival y Mundial de Tango, además de los vecinos del barrio.
Como es de rigor es estos encuentros, Mehta, de 77 años, irradió al público porteño un programa conformado por pasajes musicales de tradición académica que, aun sin que todos los sepan identificar, se encuentran instalados en el oído popular.
El director orquestal, que visitó Argentina por primera vez en 1962, inauguró el concierto público con una pieza propia del canon operístico, la obertura de "La forza del destino", del compositor italiano Giusseppe Verdi, acaso el segmento más difundido, en forma autónoma, de esa creación.
Enseguida los músicos de la Filarmónica de Israel, vestidos con ropas informales, lejos del protocolo de las salas de concierto, hicieron un guiño hacia atrás para apelar al costado más popular de la caligrafía de Wolfgang Mozart con la Sinfonía Nro. 40.
Mehta avanzó luego con el corazón del concierto: tres obras de Johann Strauss, de diferente temperamento, que conforman una parte del repertorio que más prestigio le deparó al director indio, exhumando la sensibilidad del postromanticismo.
Así la Filarmónica entregó la obertura de la opereta "El murciélago", la polka "Tritsch-Tratch" y el pulso del 3/4 a través de las "Voces de la primavera".
Con el ritmo del vals, Mehta giró en el escenario, dio la espalda a la Orquesta y comenzó a dirigir los movimientos del público para animarlos a bailar frente a la Filarmónica.
Luego sobrevino un primer final con el desenlace de la segunda suite de "Daphnis y Chloe", de Maurice Ravel y luego, ya en los bises, Piotr Tchicovsky y, una vez más, Strauss.
En un guiño al público local, Mehta dirigió una versión de "Por una cabeza", de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera, el mismo tango que había elegido en su visita de agosto de 2012 cuando se presentó en la Usina del Arte con la Orquesta del Mayo Florentino.
Mehta y la Filarmónica, que el sábado estuvieron en el teatro Colón, se despedirán de Buenos Aires mañana cuando se presenten, otra vez en el coliseo porteño, desde las 20.30, con un programa dedicado a Wolfgang Mozart y Gustav Mahler.
Enamorado de Buenos Aires
En esta visita el director indio enfatizó el valor cultural de Buenos Aires y la incidencia internacional de su movimiento artístico.
"Buenos Aires siempre fue un centro para la Cultura sudamericana y tuvo ese carácter desde la primera vez que vine, en 1962", dijo durante una conferencia de prensa. "A los músicos nos interesa la acústica y, en ese sentido, Viena y el Colón de Buenos Aires son las referencias", apuntó.
El director orquestal ofreció una conferencia de prensa en el Centro Cultural de Exposiciones en la que participaron el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri; la candidata a senadora Gabriela Michetti y el ministro de Cultura, Hernán Lombardi.
Fue el prólogo de una nueva serie de presentaciones de Metha en Argentina que, además de sus conciertos en las salas tradicionales de música clásica, ofreció conciertos públicos como el que brindó en 2010 en el Obelisco con la presencia de más de 30 mil personas.
