Sábado 20 de Abril de 2013
La cantante porteña, que vivió tres años en Brasil, se animó con clásicos del país vecino y editó su primer disco.
Ana Clara Moltoni tiene 30 años, es cantante y hace muy poco editó "Belo Horizonte", una selección de clásicos de la música brasileña interpretados de manera muy personal. Vivió parte de su infancia en la ciudad de Minas Gerais que le da título al CD, donde tuvo su acercamiento al idioma "en parte por la música". Fanática de Elis Regina y Nara Leão, presentó su material el 9 de abril en Café Vinilo, en Capital Federal. Al día siguiente charló con DIB.
¿Cómo fue esa infancia entre Buenos Aires y Brasil?.
-Me fui a vivir a Belo Horizonte a los 5 años por el trabajo de mi papá, que es ingeniero. El acercamiento al idioma parte fue por la música, porque yo era muy chica, me dieron clases de portugués pero yo no sabía escribir. En esa etapa se abrió muchísimo la cuestión creativa. Y después de tres años vino la ruptura, cuando ya estaba enganchada con todo esto, chau. De Brasil nos tuvimos que ir a Corrientes capital.
¿A la música cómo llegaste?
-En mi casa nadie era músico, simplemente escuchábamos mucha música. El Conservatorio (Manuel de Falla, en Capital Federal) fue un medio para hacer algo artístico de manera seria y que mi papá no lo vea como "ésta que va a ser, ¿artista?". Al principio comencé a mirar para atrás y recorrer toda la música que había escuchado. Ahí rescaté el folklore y me empecé a entusiasmar, también por una cuestión más social, por las letras más políticas o combativas, hasta que también en un momento eso se agotó.
Pero hiciste un disco con temas de Atahualpa Yupanqui.
-Sí. Grabamos con un impresionante guitarrista, Leonel Iglesias. Lo dejamos ahí a la mitad, por 2007, 2008. No le terminé de dar toda la energía que tenía que tener ese proyecto, pero estuvo buenísimo.
¿Cómo te diste cuenta de que querías cantar música brasilera?
-Pensaba que me gustaría desde el lado escénico poner más movimiento. Lo pensé desde ese lado, una música que me permita bailar, moverme, sentía necesidad de que hubiera más colores.
¿Cuándo surgió la idea de armar "Belo Horizonte"?
-Fue en 2010. Me costaba encontrar una banda que quiera hacer música brasilera. Tenía un dúo con un guitarrista, después conseguí otros músicos, pero se pinchó. Empecé a trabajar con otro guitarrista para armar el disco, comencé a hacer una primera selección del repertorio, estuve trabajando casi todo un año y a fin de año se cayó también ese proyecto. Ahí lo volví a cruzar a Pablo (Fraguela), que era el pianista acompañante de la cátedra de canto donde yo estudiaba. Lo llamé, nos juntamos a fin de año de 2011 y en un día hicimos un bocetito. Con poquitos elementos demostró toda su capacidad de arreglador. Fue todo 2012 grabando, a principios año mastericé y se fabricó en febrero de 2013.
¿Qué tal estuvo la presentación?
-Estuvo muy bueno, con el boliche casi lleno. Vinieron todos mis familiares, fue algo muy emocionante. También vinieron colegas que se coparon. Lo disfruté como vengo disfrutando muchísimo el proceso. Me dije: "No puede ir mal, si vengo disfrutando y cada momento me sorprende esto tiene que ser parte de lo mismo".
¿Qué cantantes te han influido?
-La principal es Elis Regina. Es una artista con todas las letras, no solamente por una cuestión vocal, sino por la búsqueda que hizo del lenguaje, desde la psicodelia hasta meter cosas del rock, de la samba. Cuando era chica también escuchaba mucho a Nara Leão. Ella empezó con la bossa nova y después rompió para irse a la samba y la música del morro.
Para finalizar, ¿qué es Belo Horizonte para vos?
-En el nombre del disco están comprendidos el pasado y el futuro. Es un lugar, una experiencia del pasado pero también una vista al futuro. Es un proceso a lo positivo y a un futuro promisorio, un horizonte bello, que creo que es posible que exista.