Jueves 14 de Agosto de 2014
Lo enseñan en Tucumán, donde funciona una de las escuelas de luthería más prestigiosas del mundo. Alumnos de Israel, Canadá, Perú y Colombia llegan para a aprender cómo se construye una guitarra, un violín y un chello. Aman lo que hacen y se entregan con pasión, a un oficio que a pesar del auge los instrumentos de fábrica, les promete un futuro venturoso.