Sábado 17 de Agosto de 2013
Mientras espera el estreno del film "Last Vegas", una divertida despedida de solteros, el actor avanza con un proyecto personal para reavivar a Manhattan tras el 11-S. La vida de un ícono.
Su capacidad de transformación le valió el nombre de "camaleón" en Hollywood, ganó dos Oscar y se convirtió en un maestro en todos los géneros. Pero lejos de retirarse, Robert De Niro cumple hoy 70 años y está presente en las pantallas de todo el mundo y a punto de "tirar la casa por la ventana" con "Last Vegas", donde celebra una despedida de soltero junto con otros tres amigos sesentones.
Actualmente en Nueva York, su ciudad natal, De Niro gestiona con su productora Tribeca el festival del mismo nombre, un proyecto que inició tras los atentados del 11-S para reavivar la golpeada zona del sur de Manhattan. Padre de seis hijos, vive en la ciudad que nunca duerme con su segunda mujer, Grace Hightower, de 58 años.
El actor, que nació en 1943 en Manhattan en el seno de una familia de artistas de origen italiano-irlandés, dejó a los 16 años la escuela para actuar con grupos de teatro. A sus 70 años, rodó más de 80 películas y no dejó de lado ningún género. En una de sus últimas películas, "La gran boda" ("The Big Wedding"), interpreta a un mujeriego entrado en años en una comedia en la que le acompañan estrellas como Diane Keaton o Susan Sarandon.
En los últimos años, De Niro encarnó a personajes de comedias taquilleras, como en "Una terapia peligrosa", donde fue un inseguro jefe de la mafia, y en "Los padres de ella". Pero sin dudas, las escenas en las que en 1976 conducía por las calles de Nueva York como solitario taxista en "Taxi Driver" se han convertido en objeto de culto.
Su potente interpretación hace que casi 40 años después la película no haya perdido nada de su inquietante energía. A partir de entonces De Niro se convirtió en uno de los más grandes actores de Hollywood, un experto en papeles marginales y personajes complicados. Uno de sus principales logros fue su capacidad para meterse en la piel de los personajes, ganándose el apelativo de "camaleón". Sobre todo en sus primeros trabajos, en los que preparaba con incansable meticulosidad sus papeles.
Para interpretar al boxeador Jake La Motta en "Toro salvaje", aprendió a pelear durante un año junto con el protagonista. Y engordó 25 kilos para poder interpretar al ya exboxeador durante la segunda mitad de la película, lo que le valió un Oscar como Mejor Actor.
El primero lo había conseguido como mejor actor de reparto por su papel de Vito Corleone en "El Padrino. Parte II", de Francis Ford Coppola, papel para el que durante meses aprendió siciliano. La carrera de De Niro se vio marcada por su trabajo junto con Martin Scorsese, con quien, además de "Taxi Driver" y "Toro salvaje", rodó otras seis películas, entre ellas "Malas calles" ("Mean Streets", 1973), "Goodfellas" ("Uno de los nuestros" 1990) y "El cabo del miedo" (1991).
La última de sus siete nominaciones al Oscar la recibió este año, por su papel de reparto como padre de un hombre depresivo en "Silver Linings", aunque el galardón fue a parar a Christoph Waltz ("Django desencadenado").