Viernes 13 de Noviembre de 2015
Por Luis Galeazzi. El empresario rural escucha cada diÌa maÌs intensamente hablar de la “gestioÌn de calidad” como una receta cuasi maÌgica que cura todos los males del negocio y, cuando la limosna, es grande hasta el santo desconfiÌa. ¿Es la gestioÌn de calidad una herramienta de gestioÌn tan potente? ¿Es posible que una serie de principios sean tan transformadores y eficaces? ¿Acaso no sabemos desde siempre que la calidad es necesaria?


